A pocas horas del cierre de esta edición, la Unión Europea aprobaba el reparto de 120 mil refugiados. Los ministros de Asuntos Europeos local han tomado la decisión de reubicar a 120.000 refugiados procedentes de Grecia, Italia y otros Estados miembros directamente afectados por la crisis de los refugiados, a menos de 3 semanas después de que la Comisión presentó su propuesta.
Tras esta decisión, la UE está ahora en condiciones de trasladar un total de 160.000 personas en clara necesidad de protección internacional en los próximos dos años. La Comisión y las agencias de la UE organizarán conjuntamente con los Estados miembros la coordinación necesaria para implementar el mecanismo en el suelo.
Al mismo tiempo, las causas fundamentales de la crisis de los refugiados deben ser tratados. Es por ello que los Jefes de Estado y de Gobierno de mañana discutirán las acciones inmediatas prioritarias que son necesarias para hacer frente a la inestabilidad en nuestra vecindad, y las presiones de refugiados en los países vecinos.
“No pedimos la apertura de todas las fronteras, sino ser fieles a nuestros principios morales y no decirle a las víctimas de la guerra y la persecución que deben permanecer lejos de las costas europeas”, ha dicho el vicepresidente primero del Ejecutivo comunitario, Frans Timmermans, antes de la votación.
No hubo el consenso que la UE pretendía. El acuerdo para el reparto de 120.000 refugiados en los dos próximos años entre los Estados Miembros, al final lo consiguió a regañadientes.
El Consejo de Ministros de Interior europeos de Bruselas dio el visto bueno, no obstante, surgieron los obstáculos por los votos en contra de Rumanía, República Checa y Eslovaquia y Hungría, aunque estaba dentro de las situaciones previstas.
Los embajadores de los 28 países ante la Unión se reunieron en los últimos días aunque no se logró el consenso. Finalmente, Letonia y Polonia, muy críticas con el tema, dieron marcha atrás, no sucedió lo mismo con los cuatro países en mención que mostraron su negativa a ceder
*Los requerimientos han cambiado.
En una primera fase se redistribuirán 66.000 refugiados desde Italia (15.600) y Grecia (50.400). Los 54.000 que le correspondían a Hungría quedan pendientes para una segunda fase. No se abandonan ni se cancela el plan. Se crea una especie de fondo de reserva y si ningún otro país se encuentra en las próximas fechas en una situación de emergencia humanitaria, los 54.000 serán repartidos también desde Grecia e Italia, por lo que la cifra de 120.000 (más los 60.000 ya aprobados en julio) se mantiene intacta.
El cambio de mecanismo, sin el alivio para Hungría, supone también un pequeño retoque en las cifras de reparto. Por ejemplo, de los 66.000 a España le corresponden 6.127 de los griegos y 1.896 de los italianos, un total de 8.023 en esta primera fase (el total solicitado y aceptado es de 14.931). El resto, la parte correspondiente, será igualmente proporcional en la segunda fase. La diferencia es que Hungría, por ejemplo, tendrá que asumir 1.294 refugiados en total en esta fase. Los checos 1.591. Los eslovacos 802 y los rumanos 2.475.
Acuerdo de mínimos
Es un acuerdo de mínimos. Insuficiente para muchos países, porque cada día llegan miles de persona por mar y tierra. Y que deja para la cumbre del miércoles, con los jefes de Estado y de Gobierno, el gran debate político: ¿qué pasa con Europa? Se ha resuelto, mal, la primera parte. Pero esa, al final, será la fácil. Queda arreglar el problema generado, con controles fronterizos reestablecidos, suspensiones temporales de Schengen, una amenaza de expediente a Italia y Grecia por no cumplir su obligación y no tomar los datos de todos las personas que cruzan sus fronteras o tocan tierra y los detalles de cómo se reforzarán los bordes exteriores de la UE y quién hará las devoluciones de los inmigrantes que no tengan derecho a asilo. Deben hablar del papel de Turquía, de la reforma de las reglas del Acuerdo de Dublín que ahora fijan las normas de asilo y recibiendo. Por no hablar de quién pagará la factura.
*Fuente Elmundo.es
