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La presidenta de las Illes Balears, Francina Armengol, junto con los consellers de Servicios Sociales y Cooperación, Fina Santiago, y de Educación y Universidad, Martí March, ha presentado un fondo de emergencia social de 580.000 euros “para atender necesidades urgentes en los centros escolares, especialmente por parte de familias sin recursos, para alimentar bien a sus hijos”.
Con la creación de este fondo de emergencia social, la Conselleria de Servicios Sociales y Cooperación y la Conselleria de Educación y Universidad han considerado necesario dar cobertura a una realidad que desde la comunidad educativa se ha hecho llegar al Govern.
Durante la presentación de este programa, la presidenta Armengol ha afirmado que “somos conscientes de que hemos heredado una sociedad con muchas dificultades, por lo cual hemos considerado que se tiene que dar respuesta a necesidades inmediatas”.
De hecho, la consellera de Servicios Sociales y Cooperación ha precisado que los directores de los centros educativos serán los encargados de disponer de este fondo de forma autónoma. Se trata de casos de niños que llegan al centro con un déficit de alimentación o de material escolar por falta de recursos de su familia, mientras la familia accede, por ejemplo, a una beca comedor, a una ayuda social, a una prestación por desocupación, etc.
Fina Santiago ha puesto también como ejemplo de posibles destinatarios a aquellas familias que han quedado sin recursos y han tenido que sacar al hijo o la hija del servicio de comedor, o de una persona que ha perdido el trabajo y está pendiente de cobrar la prestación por paro, entre otras posibles necesidades. El conseller de Educación y Cultura, Martí March, ha destacado que esta iniciativa es “un ejemplo de coordinación de dos consellerias, que se han puesto de acuerdo con el fin de llevar a cabo una acción para atender una necesidad muy concreta.”
El Govern destinará 580.000 euros a un fondo de emergencia social para atender las necesidades alimenticias y educativas de niños que los centros detecten que se encuentran en esta situación. La Conselleria de Servicios Sociales aporta 290.000 euros y la de Educación y Universidad, que será la encargada de distribuir el dinero a los centros, aporta 290.000 euros más.
Este fondo, que va destinado a centros públicos, se asignará desde este mes de octubre y servirá para cubrir necesidades inmediatas que detecten en los alumnos en relación a Comedor escolar, merienda, material escolar, escuela matinal y actividades escolares complementarias (salidas, excursiones…)
Ante la actual situación de crisis y el elevado riesgo de pobreza infantil, ambas consellerias han hecho un esfuerzo por garantizar que los niños con familias que no puedan asumir estos gastos tengan acceso a una alimentación equilibrada y al material escolar necesario y no sean objeto de discriminación por razones económicas.
Este fondo extraordinario de emergencia social, dotado por las consellerias de Servicios Sociales y Cooperación y de Educación y Universidad, tiene como objetivo dar respuesta a una nueva realidad social que ha generado la crisis económica. El Govern ha remitido una carta a los centros educativos para informar de este nuevo fondo de emergencia social.
El obispado elogia la solidaridad de la sociedad mallorquina respecto a la acogida de refugiados
Además, explica el procedimiento a seguir en el momento de la llegada de estas personas
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Como ya es sabido, el Obispo de Mallorca ha encomendado a Càritas la coordinación de la acción de la Iglesia diocesana en la tarea de colaboración con la administración pública y sociedad civil para la acogida, el acompañamiento y la ayuda a las personas refugiadas que llegarán a Mallorca.
Desde el momento de la llegada de los primeros refugiados la primera fase tendrá una duración de 6 a 9 meses durante la cual se hará una valoración inicial de la situación para poder ofrecer los primeros recursos de acogida temporal. Esta fase se hará en un centro de acogida comunitaria bajo la responsabilidad de Cruz Roja.
En una segunda fase de integración que se prevé entre 12 y 18 meses desde la llegada, la intervención de Càritas será ya para instrumentar un apoyo a todo el proceso con los diversos recursos de acompañamiento, que ya están en funcionamiento a través de los grupos de voluntarios y de los equipos de profesionales que intervienen con personas en situación de pobreza y/o vulnerabilidad, además de la que pueda proporcionarse a partir de los ofrecimientos de personas particulares, parroquias, congregaciones religiosas, asociaciones y grupos diversos.
Finalmente, y a partir de los 24 meses desde la llegada a esta comunidad autónoma, se iniciará la fase en que las personas y familias tienen que poder desarrollarse de manera autónoma y utilizar los recursos ordinarios a su alcance según sus capacidades y necesidades, momento donde se estima que la tarea de acompañamiento a la integración pueda seguir teniéndose presente dependiente de las diferentes necesidades.
En este momento a Càritas Mallorca se ha abierto un Registro donde se anotan las personas o instituciones que ofrecen varios servicios, con un teléfono de contacto, por cuando llegue el momento de intervenir desde Càritas en la fase de la integración. Hasta el día de hoy la solidaridad de la ciudadanía y de la iglesia registrada a Càritas se ha expresado significativamente, esperando poder seguir manifestando la generosidad a favor de estas personas desvalidas que han tenido que dejar su tierra, como tanto otros que ya lo han hecho por motivos similares.