Frank Godoy Casadiego, cónsul de Colombia en las Islas, termina a finales de enero su misión diplomática de cuatro años. El alto funcionario llegó a la Isla en en 2011 y su trabajo de modernización y agilización de la oficina consular ha sido bien valorada por la comunidad de residentes colombianos, que según los últimos datos oficiales se aproxima a los ocho mil.
En un comienzo, Godoy y los funcionarios del consulado atendieron en una oficina que se abrió en Jaume III de Palma. Luego, ante la alta demanda de trámites se decidió trasladar la sede consular a la calle Barón de Pinopar, en donde actualmente se atiende al público.
Cabe recordar que uno de los logros de los colombianos en este último tiempo era tener un consulado en óptimas condiciones. En etapas anteriores, concretamente diez años atrás, hubo incluso concentraciones exigiendo la apertura de un consulado ante las oficinas de la Delegación del Gobierno.
Las protestas en aquel entonces se debían por el anuncio del cónsul ad honorem, Carlos Navarro, quien permaneció en el cargo 14 años, de cerrar la oficina consular por falta de apoyo del gobierno colombiano.
La noticia ampliamente difundida por los medios de comunicación de las Islas permitió que tuviera eco en el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país. Finalmente, tras una larga espera, el consulado de Colombia envía desde hace ocho años encargados de carrera diplomática para que desde su cargo coordine las labores de trámites consulares.
Al cierre de la edición de este periódico, aún no se conocía oficialm ente el nombre del reemplazo de Godoy. Por el momento, los funcionarios de la oficina consular seguirán atendiendo normalmente al público.