PALMA DE MALLORCA, 26 Jul. (BSF)-
Un gesto de nobleza el del empresario uruguayo, Jorge Marr, propietario de una inmobiliaria que ha hecho un donativo a los afectados por la ola invernal en Perú y Colombia, en donde murieron cientos de personas a comienzos de este trimestre.
Ante tanta noticia negativa que prolifera en las redes sociales de asesinatos, atentados, torturas, agresiones, peleas, accidentes, protestas sociales …en fin, un cúmulo de desastres que invaden nuestra mente y te ponen a pensar sobre los efectos negativos de la tecnología de las comunicaciones que están siendo utilizadas por los propios usuarios para propagar violencia.
Es cierto que la realidad no se debe ocultar, especialmente en tiempos en los que las tiranías en algunos países se va recrudeciendo. De todas maneras opino que en el mundo existen millones de Jorges, cuyos gestos nobles y solidarios quedan en el absoluto anonimato y no se debe ahorrar una sola palabra para contarlo al mundo.
Ojalá que las personas que tenemos la oportunidad de ser portadores de informaciones también nos tomáramos la molestia de encontrar noticias de estas características con mayor frecuencia, aunque el director o jefe de redacción de un medio de comunicación no le preste demasiada atención, pero no lo duden que una historia bien contada también vende.
Nos alegra publicar este tipo de historias (página 5), aunque sabemos que uno de los pilares básicos del periodismo es la denuncia para salir al paso a los atropellos e injusticias que proliferan sobre la faz de la tierra.
En otro orden de cosas, hemos tenido acceso a un informe actualizado acerca de la cantidad de extranjeros que actualmente cotizan a la Seguridad Social española. La cifra asciende al 1.800.000, una cantidad nada despreciable que, sin duda, aumenta las arcas del fisco de este país.
Llegar a casi dos millones de cotizantes es realmente significativo para el índice de población activa en el mercado laboral. Constituye un argumento claro sobre el estigma equivocado que se tiene de la inmigración en algunos sectores de la población, claro está, hoy por hoy empujados por los demagógicos discursos de algún político de turno que para ganar votos lanzan mensajes a la turba cargados de odio y xenofobia.
Por último, en esta edición número trescientos, damos las gracias a todos los que nos han apoyado en esta gesta de Baleares Sin Fronteras. Al comienzo pocos apostaban por este proyecto y en la crisis nos ponían la lápida. A pesar de estar en condiciones adversas por la falta de interés de algunos responsables de imponer los criterios de igualdad en las entidades públicas, nos mantenemos en pie, cada edición trabajamos para mejorar y estamos convencidos que la escalada de alta montaña ya está llegando a su fin.
Hemos superado muchas pruebas en casi 14 años de existencia y seguiremos con la frente en alto para seguir llegando cada quince días a nuestros lectores. Un reconocimiento especial a la empresa privada y a aquellas personas que desde la tribuna de la sinceridad y sin ningún tipo de interés mediático han estado siempre apoyando nuestro trabajo.