Venezuela vive en los últimos años en una profunda crisis económica, social, humanitaria y política, se podría decir que la peor de su historia, las cifras, indicadores y toda clase de datos objetivos así lo acreditan, con una inflación alarmante de más del 3.000% sus ciudadanos en total desesperación y angustia, sin poder hacer nada, sufren graves carencias, falta de medicinas e insumos médicos fundamentales, fallecimientos por desnutrición severa entre la población infantil, desabastecimiento de alimentos, una inseguridad pública terrible con cifras de fallecidos propias de un parte de guerra, con 26.616 muertes violentas solo en el 2007, con una total falta de garantías económicas, procesales y judiciales y con un sistema político fuera de todo orden en el que los gobernantes no dan respuesta a los problemas fundamentales del país y se ejerce el poder de manera autoritaria con muestras total irrespeto por las libertades y derechos fundamentales, muy especialmente en cuanto a los derechos humanos, negándose incluso a abrir el canal humanitario para aliviar a la población.
Producto de toda esa situación una buena parte de la población en oposición al régimen, ha salido durante meses a reclamar sus derechos y a exigir un cambio en democracia para el país, a lo que se ha negado el gobierno con un nivel de represión a esas manifestaciones que ha sido realmente cruel y brutal y han causado más de 140 muertes de manera violenta la gran mayoría a manos de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, es así como producto de toda esa situación, han surgido de entre esa población disconforme, de manera por demás espontánea personajes como Óscar Pérez, un inspector del Cicpc (cuerpo técnico de policía judicial) con más de 15 años de servicio, miembro de la Brigada de Acciones Especiales (BAE), jefe de Operaciones Aéreas, así como piloto de helicópteros, buzo de combate, paracaidista libre y operador táctico, quien se describía a si mismo de manera textual “Soy un hombre que sale a la calle sin saber si va a volver a la casa porque la muerte forma parte de la evolución”.
El nombre de Óscar Pérez saltó a la palestra cuando pilotó un helicóptero del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) sobre el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y el Ministerio de Interior y Justicia durante la tarde del martes 27 de junio de 2017 lanzando 4 granadas contra el Tribunal y disparos contra el ministerio eso sin causar ni un solo herido y portando una pancarta solicitando la aplicación del artículo 350 de Constitución de Venezuela invitando a remover al gobierno de Nicolás Maduro
Artículo 350 CRBV: El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos.
También protagonizó varios vídeos donde pedía a los venezolanos que salieran y permanecieran “firmes en las calles” contra Maduro, alegando que tenía un plan del cual iba anunciando sus fases, El piloto se presentó entonces como integrante de una “coalición” de “funcionarios militares, policiales y civiles” que buscan “el equilibrio” y que estaban “en contra de este Gobierno transitorio y criminal” el advertía de que, si finalmente se establecía la Asamblea Nacional Constituyente convocada por Nicolás Maduro, el pueblo venezolano habría “regalado” el país “a los cubanos”.
Decía que existían muchas personas que “opinaban sentados pero no hacían nada”, a los que se dirigía para que salieran a la calle. “Estamos plenamente seguros de lo que estamos haciendo y si debemos dar hasta nuestras vidas, las entregaremos por el pueblo”, aseguraba, añadiendo que lo estaba “demostrando” con hechos. Su última acción fue en este diciembre, la toma por asalto de un puesto de la Guardia Nacional Bolivariana en San Pedro de Los Altos, a las afueras de Caracas, sin disparar un solo tiro, donde ató y amordazó a los efectivos y se llevó el armamento, no sin antes hacer un vídeo que subió a las redes, donde se ve parte de la acción militar, diciendo “Dios y Jesucristo nos dio ya la victoria, “operación Génesis, una operación táctica impecable donde seguimos recuperado las armas del pueblo y para el pueblo, nos acogemos de manera legítima al artículo 333 y 350 de la Constitución Nacional” y también llamaba a las Fuerzas Armadas a “cumplir” la Constitución y “así restituir el orden jurídico de nuestra nación y sea instaurado un gobierno transitorio digno, que permita la reconstrucción moral y económica de nuestro país”. Razón por la cual el gobierno ordeno públicamente contra él y su grupo todo el empleo de la fuerza para acabar con ellos.
Finalmente este singular y valiente personaje que se atrevió a enfrentar al régimen con todas sus consecuencias fue abatido con extrema rudeza el pasado 15 de enero, al ser delatada su posición y rodeada la casa donde se ocultaba, por un dispositivo de unos mil hombres con el apoyo de una tanqueta con una ametralladora de grueso calibre, contra ellos que eran solo 6 hombres y una mujer embarazada de 8 meses, ese era el grupo de Óscar Pérez, razón por la cual dignamente ofreció rendirse y deponer las armas, no tenía sentido alguno luchar, sin embargo le hicieron creer que si negociarían, pero finalmente la respuesta que obtuvo fueron dos disparos de granadas autopropulsadas antitanques del tipo RPG, un armamento de guerra, que impactaron contra la vivienda que fue destrozada en el acto y seguidamente acribillada a balazos, esta gente cayó vilmente asesinada, sin que se respetasen mínimamente sus derechos y sin atender a ninguna garantía, con un uso de la fuerza realmente desproporcionado y de la manera más cruel y atroz y además todo el mundo pudo ver los vídeos de aquel desgraciado acto de cobardía ya que mientras era asediado todo lo grabó, así como los vecinos de la zona, dejando evidencia gráfica de este nefasto día. Así terminó la historia de del hombre que llegó a ser el más buscado en Venezuela: un agente de policía renegado que había cautivado la atención de una nación y un luchador fugitivo que a veces parecía estar muy consciente de que sus días podrían estar contados.
Era un venezolano auténtico, un hombre que realmente amaba profundamente a su país…
Oscar Alberto Pérez, nació en Caracas- Venezuela el 7 de abril de 1981 y cuando murió el 15 de Enero de 2018, tenía 3 hijos, era licenciado en Ciencias Penales y Criminalísticas, habiéndose graduado con honores, también era actor y había participado en la película Muerte Suspendida. Era una persona que destacaba por su grandes condiciones morales y su gran apego y lealtad institucional para con el cuerpo policial durante todos sus 15 años de servicio, eso sin mencionar su faceta como un hombre profundamente religioso, era Cristiano Evangélico, siempre en todos sus vídeos hablaba de Dios y ponía a Venezuela en manos de Dios, además Masón y con una gran solidaridad por los más desfavorecidos siendo que tenía una fundación denominada “Moral y luces” a través de la cual ayudaba a niños con cáncer aportándoles comida, medicinas, juguetes y todo lo que necesitaban para su enfermedad y también ayudaba a personas de la tercera edad y colaboraba con mucha gente de la calle en situaciones de pobreza extrema.