Luego de la reunión de los representantes inmigrantes con el alcalde de Palma, Antoni Noguera, y los regidores de Palma, Aligi Molina y Rodrigo Romero, este periódico recopiló declaraciones de algunos de los líderes del tejido asociativo. Mónica Gamboa, presidenta de Ayelen manifestaba su beneplácito del interés mostrado por los representantes del consistorio. “No recuerdo a representantes políticos que estuvieran dispuestos a escuchar nuestras inquietudes”, mientras que Norbey Andrade de la Asociación de Colombianos en Baleares recalcaba en la importancia de que las propuestas planteadas se materialicen con hechos, independientemente de quien gobierne en la Administración Pública”.
Lo mejor de esta reunión, dijo Isabel Oviedo, originaria de Ecuador, organizadora de la convocatoria y presidenta de la Asociación Ecuatoriana Balear, es que “haya una continuidad y el alcalde con los regidores regresarán el próximo 5 de julio al Centro Flassaders de Palma”, para ella lo importante es que el tejido asociativo se sienta parte activa de la sociedad palmesana y también participe con sus ideas a construir una mejor ciudad donde prevalezca la buena convivencia entre culturas”.
Una semana después de la reunión en el Casal de Inmigrantes, este periódico fue hasta la oficina del alcalde, Noguera, que afirmó que “independientemente de dónde haya nacido, los ciudadanos residentes en la ciudad hacen parte de Palma y se deben sentir palmesanos”, para agregar que favorecer la integración es uno de los principales objetivos del equipo de gobierno de Cort.
Dentro de las propuestas planteadas, Noguera resumió las cuatro reivindicaciones de la población migrada, tales como la falta de espacios culturales, la carencia de lugares deportivos, la falta de trabajo y la dificultad para acceder a las viviendas de alquiler.
“Vamos a seguir manteniendo reuniones con las asociaciones, las cosas no se pueden cambiar en un día, pero debemos mantener una hoja de ruta para mejorar en todos estos temas”.
Aunque falta un año para terminar la legislatura, el mandatario municipal mostró su confianza a “que a ese año le podamos agregar otros cuatro más, que sean cinco años de trabajo que nos queden”.
Respecto a las soluciones sobre la carencia de espacios culturales, no sólo a nivel de inmigración, sino en el resto del ámbito ciudadano, Noguera se refirió a la importancia de los casales de barrio para aumentar su rendimiento y mejorar su funcionamiento. De la misma forma, hizo hincapié en hablar acerca de la falta de espacios deportivos con la regidora de educación y deportes, Susana Moll para buscar alternativas a esta compleja situación.
Asimismo planteó la necesidad de que las personas, especialmente mayores de 45 años tengan acceso a los servicios que ofrece Palma Activa.
Otra de las peticiones de madres de familia de origen africano se centraba en la falta de convocatorias para cursos de idiomas. “Nos cuesta ayudar a nuestros hijos en sus deberes, no dominamos ninguno de los idiomas de Baleares”, decía una representante de Nigeria a lo que Noguera advertía que era imprescindible el aprendizaje de las dos lenguas oficiales, “desde el Ayuntamiento debemos hacer un esfuerzo para que en los barrios hayan espacios de formación para el aprendizaje de las lenguas a través de diferentes cursos”
La opinión de algunos portavoces de colectivos inmigrantes coincide en el aumento del racismo y xenofobia por la espiral de terrorismo en los últimos años en Europa. En ese sentido, el alcalde también atribuyó ese hecho a “las crisis económicas propiciadas por los movimientos neoliberales y aupadas por la derecha que al final generan unos flujos peligrosos de comportamientos y de racismo en relación a la inmigración”.
Para el mandatario municipal, “es mentira que los inmigrantes vengan a quitar los derechos de la ciudadanía, son prejuicios falsos. Al final los que provocaron la crisis son aquellos que rescataron a los bancos o políticos de la derecha que se han ido lucrando ”.
Una de las premisas importantes para Noguera es que los ciudadanos residentes en Palma se sientan orgullosos y cómodos, indiferentemente de su procedencia.
