Así de contundente se ha mostrado Ana Hurtado, la madre del joven, Alexander Hurtado Asprilla, cuyo cuerpo sin vida fue hallado el pasado domingo 15 de abril en un descampado detrás de una gasolinera de la barriada de Son Gotleu de Palma.
Cabe recordar que el joven de origen colombiano con nacionalidad española había estrellado su vehículo contra una farola en la esquina de la calle Manacor con Tomás Rullán. Luego del impacto abandonaba el coche por su propio pie y desde ese momento sus amigos, conocidos y compañeros de trabajo no volvieron a saber nada de él.
Al llegar la Policía Local al sitio del accidente se encontraron que dentro del coche no estaba el conductor, una de las peculiaridades que llamó la atención en la línea de investigación.
La última vez que habían visto con vida fue en un bar del Polígono Son Castelló. El accidente ocurrió sobre la media noche de domingo a lunes, y pese a que hubo testigos que vieron lo ocurrido, en el informe policial nunca constó que el joven estuviese acompañado de alguien cuando se estrelló.
Siete días después del accidente, José Ramírez, cuidador del lote y un compañero suyo encontraron el cadáver debajo de un árbol. A cinco metros se localizaban sus zapatillas rojas, el testigo afirma que era casi imposible descubrir el cuerpo los días anteriores, no era fácil de visualizar, para agregar que “mi compañero al agacharse se percató, fue algo fortuito y resultó impactante”.
De hecho, a la presencia en el lugar de los hechos de los efectivos de la Policía Nacional se sumaron miembros del cuerpo de bomberos que despejaron la zona repleta de matorrales, hojas y escombros.
La investigación de medicina forense en un comienzo apunta a un suicidio con signos de ahorcamiento con un cordón y se descartó cualquier indicio de violencia, o evidencia de una mano criminal, pero advierte el hallazgo de restos de anfetaminas en el cuerpo.
A partir de este elemento, la progenitora de Alexander, que se encontraba en Colombia y llegó a Palma el pasado martes, afirma que su intuición de madre la lleva a pensar inexorablemente que jamás a su hijo se le pasaría por la mente quitarse la vida.
“El informe forense dice que se trata de un suicidio, pero estoy convencida de que él nunca haría eso”, para añadir que la última vez que conversó con el joven fue el día de su cumpleaños, 8 de abril. “Por video llamada logré hablar con él, se mostraba contento, todo era felicidad, tenía planes de futuro, no me creo que se haya suicidado, más allá de que sea la madre estoy convencida de que se debe investigar a fondo”.
Por el momento, Ana Hurtado que emigró a España hace 16 años, ha decidido alquilar un nicho en el Tanatorio Municipal de Palma. “No será incinerado, vamos a llegar hasta las últimas consecuencias”, el caso ya reposa en el despacho de una acreditada abogada palmesana y por ahora se guarda cautela mientras avanza la investigación.
Los familiares, la novia y los amigos que conocían al joven coinciden en los buenos hábitos de Alexander. Quienes se relacionaban con él afirman que nunca lo vieron consumiendo estupefacientes, no fumaba y le gustaba el deporte. De la misma manera, en las redes sociales las versiones lo describen como un muy buen amigo, carismático, incapaz de hacerle mal a nadie, todo lo contrario, no escatimaba esfuerzos en el momento de prestar ayuda o aconsejar a un amigo.
Entre tanto, Lina Hurtado, hermana de Alexander, confía en la rigurosa investigación de la justicia y hace un llamamiento a la prudencia. “No estamos de acuerdo con las protestas y manifestaciones que se convoquen a través del Facebook, entendemos que mi hermano tenía bastantes amigos, pero confiamos en el trabajo de la justicia”.
Agradecimientos
La familia de Alexander Hurtado Asprilla, agradece las manifestaciones de solidaridad mostradas en el velatorio en el Tanatorio Municipal de Palma y en la misa que se llevó a cabo en la parroquia de la Asunción.