En la Cruz Roja de Baleares existe un área que gestiona los casos de las víctimas por discriminación étnico o racial. Baleares Sin Fronteras contactó con el técnico del servicio de asistencia y orientación, Oriol Lupiañez.
La premisa fundamental es identificar los casos que se presentan de racismo y xenofobia, aunque reconoce que es muy difícil. La infradetección, explica, consiste en percibir que existe el problema, pero la víctima por temor se abstiene a denunciar.
Afirma que el miedo proviene de la situación laboral del afectado. “Estamos convencidos que no se denuncia por las posibles represalias, entre ellas, perder el puesto de trabajo”, esto dificulta que los casos tengan visibilidad.
Este programa de la Cruz Roja forma parte de la plataforma “Stop Racismo”, promovida desde la Regiduría de Igualdad del Ayuntamiento de Palma. Con los usuarios de las OFIM, Oficina de Atención al Inmigrante se exponen casos de racismo gracias a las sesiones informativas, incluso se analizan algunos videos con contenidos xenófobos y racistas acompañados que se cuelgan en las redes sociales.
No obstante, Oriol admite que si bien en Madrid o Barcelona el problema es elevado, en provincias como Baleares pocas denuncias se han presentado el año pasado, 7 y este año tan solo dos casos concretos, quizá no se descarta el prejuicio y el miedo por las consecuencias que conlleve a la víctima.
El temor a la denuncia
