El punto que se sumó en el último partido frente al Independiente 3-3 no alcanzó para amarrar la permanencia en Primera Regional, a tenor de una alineación indebida del jugador Elias Gali, que llegaba al partido con una acumulación de cinco tarjetas amarillas. En diez años de existencia del equipo BSF FC nunca había ocurrido, pero pasó el día menos indicado y en el partido en el que no se podía ceder terreno para optar por la permanencia en Primera Regional.
Desde la directiva, cuerpo técnico y delegado se abordó el tema con extrema preocupación debido a la cantidad de tarjetas rojas con las que se llegaba a jugar el último partido de Liga. La quinta amarilla del uruguayo fue pasada por alto, no se leyó en entre líneas en el momento de la publicación de las sanciones por el comité de competición saliendo premiado directamente el Espanya de Llucmajor, club que esperaba el pinchazo de BSF FC, así como efectivamente se presentó, pero esta vez fue en el escritorio. El miércoles 12 de junio al Club le fue notificada la pérdida del partido 0-3 y por consiguiente los puntos.
El Independiente de Camp Redo no denunció el partido, no así sucedió en el caso del equipo lluchmayorense que nada más conocer la situación presentó la respectiva denuncia en la Federación acompañada de una innecesaria prueba que al día de hoy dejó estupefactos a propios y extraños en el mundo del fútbol de Baleares.
Y cuando se habla de innecesaria nos referimos a la implicación de declaraciones de terceras personas, pues como en la misma federación respondiendo a nuestra pregunta, bastaba con leer el acta arbitral y la inminente comprobación de que un jugador suspendido había sido alineado. Ni más, ni menos.
Uno de los ex jugadores hasta hace poco del Baleares Sin Fronteras Fútbol Club que el 2 de junio estuvo en la tribuna junto a nuestro delegado y director deportivo, Héctor Souto, “reforzó”, por decirlo de alguna manera, la denuncia del Espanya, aportando un video y una declaración por escrito identificándose con su NIE para que no quedará ningún tipo de duda de la alineación ilegal de su hasta hace poco, compañero de equipo, Elías Gali.
Obviamente, la denuncia del equipo interesado en mantener la categoría de Primera Regional fue remitida a nuestro correo por el comité de competición de la federación. En los adjuntos a la misma se apreciaba claramente el nombre y apellido y firma del joven jugador que hasta hace poco había vestido los colores de nuestro equipo.
Desde este periódico estamos legalmente facultados para publicar el nombre del jugador al tratarse esta denuncia un documento de carácter público, no obstante, reunidos las cinco personas del Consejo Editorial por respeto al club, a los jugadores, ex jugadores, patrocinadores, colaboradores y afición, nos abstenemos de hacerlo.
Hace diez años, Baleares Sin Fronteras Fútbol Club se creó con la filosofía de integrar a través del deporte. Los jugadores, la mayoría inmigrantes, que han pasado por el Club dan fe del respeto, buen trato y especialmente ayudas a la consecución de trabajo a pesar de nuestras limitadas posibilidades, ya que sin ser nuestra obligación entendemos que por encima del futbolista aficionado prevalece la dignificación del ser humano que busca mejores oportunidades en este país denegadas en su tierra de origen.
En esa línea, más que afrontar con la cabeza en alto un descenso y de seguir rodeado de buenas personas para sacar a flote el equipo en segunda regional, que estamos seguros lo vamos a conseguir, nos sorprende, lo escribo en plural por la cantidad de personas que nos han llamado, que sea utilizada la imagen de un chaval de 21 años, de origen inmigrante, que quizá motivado por un acto de rabia hacia un directivo de su ex club que le abrió las puertas, quién sabe por qué motivo, se cargue a sus compañeros, al cuerpo técnico, a los patrocinadores, a los colaboradores y a una afición.
Haciendo gala al ejercicio del periodismo responsable no publicaría conjeturas e hipótesis incomprobables sobre los motivos e intereses que llevaron a este joven a hacer una infructuosa declaración que en nada hubiere cambiado la decisión tomada por el comité de competición. Los puntos, igualmente nos los hubiesen quitado.
Por ahora, Baleares Sin Fronteras Fútbol Club se prepara para hacer un equipo competitivo que le permita retornar a la Primera Regional. La vida continúa y mientras tanto el balón seguirá rodando para la temporada 2019/2020.