Ya van prácticamente tres semanas sin fútbol, tanto en competiciones profesionales como amateurs, sénior y categorías formativas.
La incógnita ahora mismo son varias: cuándo se reanudarán, de qué manera, entre otras. En estos días se han podido leer en los principales periódicos de tirada nacional, posibles fechas para el regreso de todas las competiciones. Desde el 30 de abril hasta el 14 de mayo, fechas, que visto lo visto, parecen algo precipitadas, y entre partidos de liga regular y fases de ascenso, nos encaminaríamos a más de dos meses para terminar la temporada 2019/2020.
Mi humilde opinión es que, como decía aquella canción de Queen: “The show must go on”, el espectáculo debe continuar.
Más tarde o más temprano, el fútbol debe terminar esta temporada de la mejor manera posible y ajustando el calendario dentro de lo posible teniendo en cuenta que la próxima temporada van a coincidir muchos de los grandes acontecimientos deportivos: Eurocopa, Copa América, Copa Oro, Juegos Olímpicos, etc.
Todos conocemos lo que mueven las competiciones profesionales y más LaLiga, tanto Primera como Segunda División, pero en estos momentos hay que ponerse a pensar en el fútbol modesto, en muchas ocasiones ‘el gran olvidado’.
Y las consecuencias se están empezando a ver.
Los famosos ‘ERTE’ (Expediente de regulación temporal de empleo) han llegado a las categorías más humildes de nuestro fútbol, y con ello, se ha marchado el sustento de muchas familias que viven de esto.
Muchos patrocinadores están dejando de apoyar a los clubes visto el panorama que se dibuja en el fútbol español, y no precisamente uno muy halagüeño, que unido a no poder vender entradas para los partidos, y otros muchos aspectos, están obligando a realizar expedientes de regulación. Y además, algunos clubes, ven peligrar su subsistencia a corto o medio plazo si la situación continúa igual durante mucho tiempo.
Lo que sí está claro es que todas las competiciones deben empezar cuando no haya peligro real de contagio y con un consenso de todas las Comunidades Autónomas y sus federaciones respectivas.
Hay que pensar que un solo contagio, basta que prácticamente todo el proceso por el que estamos pasando vuelva a empezar, teniendo en cuenta que desde el día que haya una comunicación oficial de la vuelta del fútbol debe haber un proceso de adaptación: inicio de entrenamientos, partidos a puerta cerrada y partidos con público. Es indispensable que la salud prevalezca por encima de todo y este deporte mueve muchas miles de personas cada fin de semana, con todo lo que eso implica.
Esperemos que pronto todo vuelva a ser como antes, pero sobre todo, que el fútbol pueda terminar de la mejor manera la temporada 2019/2020 sea cuando sea, pero por el bien de todos, que se complete.
Otra de las situaciones que preocupa en el plano no profesional es que los jugadores aficionados lleguen en óptimas condiciones psicológicas a reiniciar las labores con sus equipos.
Nada de extraño tiene que algunos no quieran arriesgarse a jugar por el miedo existente, y hasta sería comprensible.
La salud mental de los deportistas es un factor de lo que poco se ha hablado poco en los medios de comunicación, ojo a ese punto clave.
