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La Ministra de Hacienda y portavoz del gobierno, María Jesús Montero confirmó la nueva disposición del gobierno sobre la salida de los menores de 14 años que podrán acompañar a uno de sus progenitores al supermercado, a la farmacia o a una tramitación en una entidad bancaría.
Montero ha matizado que la decisión apunta a “un alivio parcial”, pero aclaró que la prioridad del gobierno es evitar un retroceso en la lucha contra el virus.
No obstante, este desconfinamiento parcial, no ha caído bien a algunos sectores políticos y sociales. En las redes sociales el debate tampoco se ha hecho esperar.
Los niños y niñas podrán salir desde este 27 de abril acompañados por su madre, padre o un adulto. Sin embargo, la hoja de ruta indicada por el gobierno advierte que el desplazamiento será a cajeros, supermercados o farmacias y no al aíre libre como se interpretaba desde un comienzo.
En twitter, Iñigo Errejón mostró su descontento con la medida: “El objetivo era que los niños y niñas salieran a la calle y pudieran pasear, no sólo a espacios cerrados donde hay más riesgo de contagio. El Gobierno debería rectificar”, manifestó el líder de Más País”.
De la misma forma, el Presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, defensor de la decisión del gobierno, tampoco ocultó su desilusión en esta red social: Me manifesté a favor de que los niños puedan salir de casa de forma ocasional, limitada, controlada y segura. La fórmula escogida no es la que ofrece más garantías. Mejor un paseo puntual por la calle que ir a un supermercado. Aún hay tiempo para que el Gobierno lo reconsidere.
Por su parte, la presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas cuestionó el procedimiento: “Se debe empezar a permitir la salida de los niños de casa, pero para dar paseos limitados, al aire libre y en el entorno del domicilio, no para ir a supermercados y otros posibles lugares de contagio. El Gobierno debe corregirlo y no tomar medidas así improvisando y sin consenso”
Cabe recordar, que el gobierno en el estado de alarma permitía a los menores acompañar a los adultos a realizar actividades esenciales por motivos de fuerza mayor.
