BSF
La Guardia Civil sorprendió al dueño de un chalet de lujo organizando una celebración junto a 18 personas más. En el momento de irrumpir al inmueble los agentes le recordaron la prohibición de hacer este tipo de reuniones ante el estupor del resto de asistentes.
Fue a primera hora de la tarde, la Policía Local de Sant Josep (Ibiza) alertaba a la Guardia Civil de una fiesta que se celebraba en el jardín de una mansión en una villa aislada de la zona rural. Varias patrullas de ambos cuerpos acudieron al lugar de los hechos y comprobaron que se trataba de un festejo privado que claramente se saltaba la ley del estado de alarma.
Como si fuera poco, el anfitrión había colgado un cartel en la entrada de la finca en el que se indicaban las señales de llegada, incluso el organizador había previsto un servicio de catering para el evento.
Los agentes procedieron a la detención del promotor y levantaron acta de las personas invitadas a la fiesta, que afirmaron no residir en el chalet. Horas más tarde el propietario del inmueble fue puesto en libertad con cargos por desobediencia.