BSF
El conseller de Educación, Universidad e Investigación, Martí March, en la comparecencia posterior a la Conferencia Sectorial de Educación, ha concretado las medidas que se aplicarán en los centros educativos de Baleares cuando las Islas entren a la Fase 2 de desescalada.
El conseller ha explicado que “se retomarán a todos los efectos las actividades educativas presenciales en la educación infantil, educación primaria, educación especial, ESO, Bachillerato, FP y en las enseñanzas de régimen especial el curso 2020-21”.
El curso 2019/20 finalizará de manera telemática en todos los niveles educativos, aplicando las instrucciones de evaluación que se han establecido al respeto.
A continuación ha hecho un repaso de las propuestas que plantea la Consellería en relación a los últimos cursos de primaria, ESO, bachillerato y FP con el inicio de la segunda fase.
Esta propuesta se tratará en los próximos días en las mesas de familias, directores, concertada y sindicatos para su debate.
La propuesta prevé medidas que derivan del Protocolo de desescalada, incorporando aportaciones que se han hecho en los últimos días en las reuniones mantenidas con los diferentes colectivos educativos.
Las medidas parten de dos premisas, por ejemplo que en todos los casos y niveles la prioridad sea garantizar que se cuenta con las condiciones sanitarias e higiénicas establecidas.
De la misma manera que la atención presencial al alumnado a la Fase 2 se tiene que basar en criterios generales e inclusivos, es decir, que el alumnado en desventaja, que ha sufrido más la brecha digital y que va más atrasado tiene que ser el prioritario.
En esa línea teniendo en cuenta estas indicaciones, la propuesta que se trasladará a las mesas de negociación es la siguiente sobre el alumnado de 4.º de ESO, 2.º de Bachillerato, segundos cursos de los GM y GS de FP, últimos cursos de las enseñanzas de régimen especial y 6.º curso de Educación Primaria
En este sentido, la asistencia por parte del alumnado será voluntaria, por decisión de las familias y con cita previa. La atención educativa tendrá formato de tutoría de orientación o de materia, individual o con un máximo de cinco alumnos por profesor.
El profesorado que tiene que atender este alumnado acudirá al centro solo el tiempo necesario para organizar la sesión y el resto de actividad lectiva continuará siendo telemática
Para el Alumnado de 0-3 y 3-6 propone que los centros de educación infantil 0-3 y 3-6 públicos no ofrecezcan atención presencial en la Fase 2.
Asimismo que los centros de educación infantil 0-3 privados y municipales podrán atender presencialmente su alumnado con las siguientes ratios, manteniendo la capacidad de 4m2 por alumno y la cantidad es será de 0-1 año tres bebés; 1-2 años, 4 niños; de 2-3 años, 6 niños.
Los centros de educación especial no ofrecerán atención presencial a la Fase 2.
Todos los centros dispondrán de gel hidroalcohólico y se proporcionará a todos los trabajadores y al alumnado material de protección individual.
A estos efectos se han previsto hasta el final del curso 2019/20 el reparto de 300 mil mascarillas, 140 mil pares de guantes, 4.500 litros de gel hidroalcohólico y 2.400 pantallas faciales.
Todas las medidas expresadas deberán ser aplicadas en centros públicos como centros privados y concertados.
Martí March ha agradecido la implicación de todos aquellos colectivos y personas que están participando de manera activa en la reducción del impacto de la suspensión de las clases presenciales.
Además, ha anunciado que se está trabajando activamente en la preparación del curso 2020/21 para prever el retorno de todo el alumnado a las aulas a partir del mes de septiembre.
“Tenemos que prever tanto la organización metodológica como la logística y digital que se tendrá que adoptar en los centros para poder atender al alumnado con las condiciones adecuadas”. “De hecho”, ha añadido el conseller, “he pedido al Ministerio que se elabore una normativa específica que favorezca la reestructuración del currículum que será necesario para afrontar el próximo curso 2020/21”.
Desde Baleares también se ha pedido en el Gobierno de Madrid que se cree un fondo económico específico para atender a las necesidades educativas que se han generado como consecuencia de la COVID-19.
