En los primeros meses de 2020, se han producido aumentos en varias fracciones de residuos, especialmente en los envases y en el reciclaje de materia orgánica; por el contrario la recogida de papel y cartón ha sufrido una bajada más pronunciada, debido a la situación producida durante la Covid-19.
Durante el verano, Inca siempre sufre una bajada considerable en la fracción FORM (federación orgánica de los residuos municipales), pero es inferior a la que por la situación de la Covid se esperaba, por la gran cantidad de restaurantes y bares que han cerrado durante la pandemia.
Por otra parte, este aumento se debe a la excelente labor de reciclaje por parte de los ciudadanos inqueros, para que los establecimientos de restauración han cerrado durante dos meses, y los que han abierto no están funcionando al mismo rendimiento a otros años. “Los inquers y las inqueras son un auténtico ejemplo en las tareas de reciclajes.
Con su esfuerzo, durante estos meses de confinamiento han conseguido que una fracción que subía considerablemente debido a las bodegas y negocios de restauración haya continuado al alza con muchos de estos locales cerrados “, señala la concejala de Servicios y Espacio Público María del Carmen Oses.
Por el contrario, el reciclaje de papel y cartón es la fracción que más ha sufrido durante el estado de alarma, todo debido al cierre de los diferentes comercios del municipio y la difícil situación económica producida durante la pandemia, que ha originado que durante los meses de marzo, abril, mayo y junio la tendencia a reciclar papel y cartón haya disminuido de forma considerable.
En cambio, el vidrio continúa su trayectoria ascendente y es el producto que más ha aumentado durante estos seis primeros meses de 2020. También ha subido el reciclaje de envases, posiblemente debido al consumo que los ciudadanos han realizado de productos elaborados y envasados. Ambos casos son un ejemplo del buen reciclaje que han hecho los inquers y las inqueras durante el estado de alarma.
Dentro de la fracción de rechazo, los resultados también son positivos. La bajada más pronunciada se ha producido durante el primer semestre del año, concretamente en el mes de febrero, debido a la retirada de los contenedores en suelo rústico.
Aunque los resultados son buenos, se habría podido reducir más, ya que todos los materiales que se encuentran afuera de los contenedores durante este tiempo de pandemia se eliminan como rechazo, por no exponer el personal de limpieza y recogida al triaje del material , ni al riesgo de contagio que esta acción supone.
“La valoración que podemos hacer desde el Ayuntamiento de Inca es buena. La tendencia sigue siendo positiva y, además, las cifras han mejorado con la implantación del nuevo sistema de recogida. A pesar de la situación que estamos viviendo, queda demostrado el compromiso de los inquers y las inqueras con el reciclaje y el medio ambiente “, explica Oses.
