Ante la llegada de Sant Antoni y San Sebastà, la presidenta del Govern de las Illes Balears, Francina Armengol, y la consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez, se han reunido hoy por videoconferencia con la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, y con los alcaldes de una decena de municipios de la isla donde estas celebraciones son especialmente arraigadas para recordarles que deben suspender cualquier tipo de celebración tradicional y todas las actividades culturales, lúdicas y deportivas que lleven asociadas, ya que pueden contribuir a generar aglomeraciones y pueden propiciar contagios de COVID-19. Esto quedará subrayado en el acuerdo de Consell de Govern de mañana.
Durante la reunión con los alcaldes y concejales de los municipios de Artà, Manacor, Sant Llorenç, Son Servera, Sa Pobla, Muro, Pollença, Palma y Llucmajor, así como con el presidente de la FELIB, Antoni Salas, la consellera Gómez ha evaluado la situación de la pandemia y ha reiterado que la situación en Mallorca es de riesgo extremo y resulta imprescindible cumplir las normas y las recomendaciones para prevenir los contagios.
En este sentido, una de las recomendaciones más importantes es evitar las aglomeraciones de personas. Por ello, en esta línea, el Gobierno ya ha dado un paso más y ordenará la suspensión, a partir del martes a media noche, de la actividad de bares, cafeterías y restaurantes, así como de los gimnasios y también de las grandes superficies de más de 700 m2 excepto en las áreas de alimentación y productos esenciales.
Cabe señalar que, a día de hoy, la IA14 en Mallorca para pruebas diagnósticas es de 615,82 casos por 100.000 habitantes, cuando el centro Europeo de Diagnóstico y Control de la Enfermedad ya dice que por encima 60 se considera que un territorio está en riesgo. Y además, la tasa de positividad es de 10,20% de las pruebas realizadas, también por encima del 3% a partir del cual un territorio está en riesgo.
En este contexto, la presidenta del Gobierno y la consejera de Salud han vuelto a apelar a la responsabilidad institucional y han reiterado que los ayuntamientos deben suspender toda actuación pública que se pueda desarrollar con motivo de festividades o eventos tradicionales en las Illes, como es el caso de las relacionados con Sant Antoni y Sant Sebastià.
En cuanto a los actos litúrgicos, las misas, como ya estaba previsto, se limitarán a un 30 % del aforo máximo y también se ha acordado con el Obispado de Mallorca que otros actos religiosos, como las ‘completes’, se harán a puerta cerrada, sin público. Las ‘beneïdes’ quedan suspendidas.
Tras agradecer a los ayuntamientos el trabajo realizado hasta ahora para llevar a cabo tareas en común, como los cribados poblacionales, los planes de actuación comunitaria o la difusión de las normas y recomendaciones para prevenir los contagios, Gómez instó a los alcaldes a no desfallecer y seguir luchando, sobre todo ahora que ya se ha comenzado a distribuir la vacuna.
Esta permitirá que, de manera progresiva, la población vaya adquiriendo inmunidad, pero, mientras tanto, ha recalcado, no se puede bajar la guardia y deben prevalecer los principios de «prudencia, responsabilidad y solidaridad» por encima de las celebraciones y los eventos populares, que se cancelarán.
Asimismo, el Govern ha instado nuevamente a la población a reducir la movilidad al máximo y llevar a cabo exclusivamente las actividades esenciales. Igualmente, se pide que la ciudadanía permanezca en casa a partir de las 20.00 horas, limite al máximo los contactos sociales y cumpla con todas las medidas preventivas para evitar enfermar.