Redacción BSF
María Alejandra Hernández Matheus, viene del diseño gráfico; en su natal Maracaibo por los años 90 del siglo pasado, era una de las más importantes diseñadoras de la ciudad. Como testimonio de esa época quedan las portadas que hizo para discos de la megabanda, Guaco, de Caranganoy de Astolfo Romero, entre otros.
Aunque se graduó en mercadeo y se dedicó a la publicidad y al diseño gráfico, desde muy joven, Nana Hernández, como también es conocida en el mundo del arte, dibuja. “Tenía la necesidad de plasmar mis experiencias de viajes y mis estudios sobre escultura y arquitectura de diferentes civilizaciones”, nos comenta desde su casa de Palma de Mallorca, donde vive desde hace varios años.
La artista venezolana trabaja básicamente con tinta china. “A medio camino entre lo figurativo y la abstracción”, comenta. Los grises dominan su trabajo, pero en algunos de sus cuadros los colores vivos toman protagonismo para dar vida a figuras humanas y geométricas en una simbiosis muy original.
En España, la marabina se abre paso y su nombre comienza a tomar relevancia; lo mismo ocurre en algunos países de América Latina donde sus dibujos están bien cotizados.
Consultada sobre su relación con su país de origen, Hernández nos dice con total claridad:” el destino de Venezuela siempre me va a importar, espero regresar pronto, allá hay mucho por hacer”.
Nos indica que tiene algunas propuestas para trabajar en el país suramericano: “la de una línea de ropa con mis dibujos me entusiasma mucho, pero aún hay algunos detalles que no hemos precisado. Tenía planeado un viaje a Venezuela pero esto del Covid-19 lo ha trastocado todo, mientras esta dificultad pasa sigo trabajando y pendiente de mis dos hijos”, acota.
Nana Hernández se siente súper optimista, lo que corroboran sus amigos más cercanos, y con un “vendrán buenos tiempos”, despide la conversación telefónica.
