Por Lucía Duque Ríos
Gestora socio-cultural
Un colombiano que nació al son de las chirimías de su pueblo natal, Riosucio Caldas, es el artista contemporáneo del eje cafetero colombiano, que llegó a Mallorca en busca de nuevas culturas para recabar la información de los antiguos pobladores así como lo hizo en su país.
Su nueva inspiración está basada en el colosal descubrimiento al sur de Colombia, la antigua zona del Caguán, ahora conocida como El Chiribiquete, patrimonio cultural de esta nación sudamericana.
Aprendió a dibujar en los primeros años de infancia calcando de su memoria toda la naturaleza y aves que lo acompañaban en su ruta a la escuela de la vereda.
Luego a los 25 años, en su estadía en México, despertó la vena y entusiasmo por la técnica del pirograbado, convirtiéndolo en su oficio y carta de presentación en las ferias artesanales de los pueblos recorridos.
Esta aparente simpleza de la monocromía con la lezna caliente sobre el cuero virgen tratado al natural, tiene la virtud de ser un solo trazo del dibujante empírico que no puede equivocarse porque no hay margen de error.
Así iba convirtiendo en compleja belleza las imágenes de un toro, un caballo, bodegones, fantasías y rostros solicitados como Jesús, Chaplin y el Quijote de la Mancha con su escudero, en una desbordada creatividad, usando colores de pigmentos naturales que llenan de asombro al público.
De regreso a Colombia seis años después, da un giro artístico y sin dejar sus cueros, se lanza a pintar telas con óleo, oficio que aprendió de maestros españoles que conoció en México.
Luego de manera autodidacta siguió investigando para conocer y afianzar su propio estilo hasta llegar a presentarnos una obra con colores nítidos llenos de bellas iconografías y signos ancestrales.
En sus 30 años como pintor ha realizado unas cien exposiciones entre colectivas, individuales y privadas en diferentes centros culturales, alcaldías y eventos realizados dentro del marco de arte contemporáneo y artístico de Colombia.
La crítica de curadores y otros artistas le dieron el reconocimiento de su carrera innovadora con varios premios. Fue seleccionado como profesor para impartir clases dentro del programa de talleres de dibujo y pintura en el centro de Lucy Tejada, de la ciudad de Pereira.
Años más tarde llego a ser coordinador del área metropolitana de la misma ciudad hasta el año 2.019.
Desde sus inicios, German Ossa, ha sido uno de sus seguidores más fieles a su trayectoria y en una de sus críticas a la prensa escribió; “la pintura de Alberto Cruz Díaz, revela inmensos abstractos de pensamiento ecologista, con abrumadora poesía pictórica al contraponer el rojo, el verde y azul, matizados con ocres que solo puede ser apreciados a una distancia prudente hasta conseguir la sonrisa cómplice que aparece del interior del espectador cuando logra conjugar el encanto de su narrativa”
La primera exposición en Palma de Mallorca se tiene prevista para mediados de mayo, en colaboración con el consulado colombiano, donde será el lanzamiento de su obra pictórica y biográfica plasmada en un libro.
El arte de enseñar
El maestro Alberto Cruz Díaz, pone a disposición su sapiencia para enseñar a las jóvenes generaciones de la Isla que se inclinen por el arte. Durante la visita que realizó a la redacción de este periódico dejó entrever su interés por contactar con las áreas de diferentes ayuntamientos de la Isla con el fin de organizar talleres de pintura.
Este es un proyecto que le ilusiona, nada mejor para él que compensar el apoyo recibido transmitiendo el arte a las personas que están iniciándose en este “maravilloso mundo”, tal y como él lo describe.
El aprendizaje con este artista es la opción perfecta para tener experiencias valiosas para quienes tengan la perspectiva de incursionar en la pintura.
