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La concejala de Modelo de Ciudad, Vivienda Digna y Sostenibilidad, Neus Truyol, y el director general de Vivienda, Josep Maria Rigo, han visitado la mesa informativa del proyecto “Vivienda Digna” que se ha colocado en Cala Major para informar a los vecinos de los objetivos y servicios que ofrece el proyecto.
Esta operación es de las más importantes del Plan Litoral Ponent y cuenta con la financiación de los fondos europeos FEDER. Tiene por objetivo la inserción social de los residentes más vulnerables del barrio y la mejora de las condiciones de habitabilidad de los núcleos y las condiciones sociales, laborales y vecinales.
Además, los residentes de las barriadas de Cala Major y San Agustín se podrán apuntar a los diferentes servicios que ofrece el proyecto, como de asesoramiento jurídico, apoyo en trámites administrativos en red de ayudas sociales, asesoramiento en mejoras de viviendas así como de acompañamiento y apoyo a las familias en peligro de desahucio u otras situaciones de riesgo social.
“Es urgente ayudar a las personas en situación de vulnerabilidad, ahora más que nunca”, ha remarcado la concejala durante la visita.
Este martes es la segunda jornada en la que se instala la mesa informativa, tras el interés que despertó el viernes, cuando los técnicos atendieron unas sesenta personas. En este punto informativo los residentes también pueden encontrar impreso diversos materiales:
“Esta mesa además de acercar el proyecto a los vecinos de la barriada y explicar la colaboración estrecha que mantenemos con el área de Bienestar Social en el acompañamiento de las familias más vulnerables, también nos sirve para ampliar el diagnóstico social de los residentes. Inicialmente el hacíamos puerta a puerta pero hoy aprovechamos para ampliar la encuesta con un cuestionario que hacemos a la gente que se acerca hasta aquí “, dijo el director general de vivienda.
Ya hace más de dos años que se trabaja en este proyecto con tres objetivos relacionados con la vivienda, las familias que viven y su entorno. En este sentido se han analizado dieciséis edificios de viviendas de Cala Major y San Agustín y se ha hecho un diagnóstico social, arquitectónico y urbanístico que se presentó el mes de enero de 2020.
El informe ponía en evidencia que existe un gran número de infraviviendas, es decir, viviendas que no cumplen las condiciones de habitabilidad mínimas y en la mayoría de casos no se pueden legalizar. “Cala Major y San Agustín fueron creados para ser turísticos y ahora son residenciales. Las carencias están dentro de las viviendas y en su entorno”, afirmó la concejala.
Estas nuevas viviendas han dado lugar a una serie de características comunes, tales como infraestructuras obsoletas, mantenimiento insuficiente de los edificios, mucha oferta de vivienda económica debido a sus dimensiones reducidas o concentración de familias vulnerables.
