Desde UNICEF pedimos un mayor compromiso de todos los sectores para su erradicación.
Hussein no está jugando con herramientas a arreglar sus juguetes, como harían la mayoría de niños como él, Hussein lleva dos años trabajando en un taller mecánico de verdad.
En Siria, donde vive con su familia, la situación económica es muy complicada por un conflicto que dura ya una década, los mismos años que tiene Hussein, lo que se traduce en que una de cada diez familias depende de sus hijos para poder alimentarse. Para estos niños, la fábrica, el taller o la calle son su lugar común.
Y como Hussein, 160 millones de niñas y niños viven explotados en talleres clandestinos, minas artesanales o campos de cacao y algodón, principalmente en África subsahariana. Cerca de la mitad (79 millones) ejercen las peores formas de trabajar: esclavitud, trata, trabajo forzoso o incluso reclutamiento en grupos armados; sufren unas condiciones de explotación y violencia que ponen en peligro su vida, su salud y les quitan toda posibilidad de crecer como niños.
“Solo fui a la escuela un mes”
Hussein cuenta que él no pudo continuar con su educación: “solo fui a la escuela un mes, luego dejé de ir”. Más del 25% de los niños de 5 a 11 años en el mundo no puede seguir con sus estudios por culpa del trabajo, lo que les resta oportunidades en la vida.
La crisis social y económica que nos ha dejado la COVID-19, sumada al cierre de las escuelas, ha empujado a los niños a las calles, y también a las niñas, que lejos de sus familias, migran del campo a la ciudad para realizar tareas domésticas donde acaban sufriendo amenazas y violencia.
Llevábamos 20 años de avances significativos en la disminución del trabajo infantil que desafortunadamente se han estancado. Este año hemos tenido que anunciar que la tendencia se ha invertido y cada vez más niños y niñas trabajan, 8,4 millones más desde 2016.
En UNICEF trabajamos para proteger a estos niños y niñas, desde la prevención de todas las situaciones de trabajo infantil a la respuesta a sus necesidades más directas: con ayudas económicas para las familias, iniciativas de concienciación en las comunidades, empresas y gobiernos y reforzando los sistemas educativos. La escuela es la mejor y más sólida estrategia de prevención contra el trabajo infantil. No ir a la escuela deja a los niños expuestos a una mayor vulnerabilidad y a un futuro muy incierto.
Comprometidos con la eliminación del trabajo infantil: la importancia del sector privado
Desde UNICEF España renovamos nuestro firme compromiso con la eliminación de todas las formas de trabajo infantil. Como parte del Grupo de infancia y Cooperación hemos dado a conocer una serie de recomendaciones para todos los actores involucrados en esta cadena: desde la Cooperación Española al sector privado.
En UNICEF trabajamos con aliados del sector privado, en el marco de los Derechos del Niño y Principios empresariales, para la integración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes en sus políticas y estrategias corporativas con extensión a toda su cadena de suministro, la promoción de procesos de debida diligencia y el establecimiento de políticas favorables a la familia en el entorno laboral y del trabajo decente, a fin de que las familias no recurran al trabajo infantil.
Además, las empresas tienen el potencial de ser agentes de cambio trabajando en alianza con gobiernos, organismos multilaterales, sociedad civil y comunidades para la búsqueda de soluciones sostenibles a las causas subyacentes del trabajo infantil y para impulsar programas de fomento del empleo juvenil, de desarrollo de competencias y de oportunidades de formación laboral para jóvenes trabajadores, mayores de la edad mínima legal para trabajar.
Trabajar a favor de la eliminación del trabajo infantil va más allá de impedir el acceso de niños, niñas y adolescentes a un puesto de trabajo y poner fin a la explotación laboral. Implica, también, trabajar para garantizar que sus derechos fundamentales se desarrollen de forma plena, que cuenten con oportunidades para potenciar su talento y creatividad, ofreciéndoles entornos seguros en los que puedan disfrutar de su infancia, así como acceso a herramientas para su aprendizaje y educación.
2021 es el año internacional contra el trabajo infantil. Y hoy más que nunca no debemos olvidar que sigue siendo una realidad inaceptable para millones de niños y niñas en muchas partes del mundo. Los datos que ahora conocemos nos obligan a trabajar juntos para acelerar los esfuerzos y poner fin a esta situación, cumpliendo así con los Objetivos de Desarrollo Sostenible que nos marca la Agenda 2030.