La actuación sigue criterios de movilidad sostenible, pero también de compromiso con el uso racional del territorio y del medio ambiente, ya que se hará con un material sostenible fabricado en frío y sin emisiones en CO2.
El consejero de Movilidad e Infraestructuras, Iván Sevillano, acompañado por el alcalde de Marratxí, Miquel Cabot, y el teniente de alcalde de Movilidad Sostenible de Palma, Francesc Dalmau, visitaron este pasador martes el inicio de las obras del vial cívico que unirá el barrio palmesano de Son Cladera con el de Sa Cabana, en Marratxí.
La senda nueva para bicicletas y peatones discurre paralela al margen derecho de la carretera de Inca (Ma-13) y comenzará el kilómetro 1 y llegará hasta el 2,7 de esta vía. El eje cívico proyectado da continuidad al carril bici existente, que finaliza en el IES de Son Cladera, de modo que, una vez finalizadas las actuaciones, quedará conectado el barrio palmesano con el de Sa Cabana.
El consejero Sevillano explicó que «esta actuación responde a una necesidad para los dos municipios. Cuando empezamos la legislatura nos comprometimos con Palma y Marratxí para eliminar el problema de conexión que han tenido históricamente por el trazado de paso del Torrent Gros. El primer año, hicimos la conexión con el proyecto del puente nuevo de acceso que, además, separa el tráfico entre vehículos motorizados, peatones y bicicletas, y este martes empezamos las obras de una conexión nueva, que también superará la barrera que supone el Torrent Gros. Estamos muy satisfechos de lo que supondrá esta actuación, enfocada para peatones y vehículos no motorizados y poniendo en valor los activos paisajísticos del entorno».
Precisamente, por el compromiso con el medio ambiente y con el uso racional del territorio, el proyecto respeta prácticamente toda la vegetación existente en todo el trazado. En este mismo sentido, para llevar a cabo esta actuación se empleará un tipo de material sostenible. Se trata de una mezcla que lleva una mínima parte de cemento, que se elabora en frío sin emitir emisiones de CO2, y que tanto en la fabricación como en el aspecto final es más rústico, permite una integración mejor con el paisaje y, a la vez, cumple con las mismas funciones de seguridad y durabilidad.
Aparte de la solución adoptada para el material empleado, otra peculiaridad de la actuación es que, en los puntos donde sea necesario, se ejecutará una pasarela provista de una barandilla de contención para la seguridad de las personas usuarias.
El alcalde de Marratxí, Miquel Cabot, aseguró que «estamos muy contentos de este nuevo proyecto, que otra vez demuestra la buena colaboración y entendimiento que hay entre el Ayuntamiento de Marratxí y el Ayuntamiento de Palma, y también esta vez con el Consell de Mallorca. Y estamos muy contentos porque esto es crear nuevos caminos, hacer un Marratxí más accesible y, como hemos dicho siempre, que Palma y Marratxí se den la cara y no la espalda como había ocurrido hasta ahora».
El presupuesto previsto para la actuación es de 61.163,60 € y el plazo de las obras es de seis semanas.