Es la quinta legislatura al frente de uno de los municipios mallorquines que depende del turismo inglés. Obviamente por la coyuntura, este mandato ha sido el más complejo de los 18 años que Cifre lleva en el consistorio tanto en el gobierno como en la oposición.
Ha sido un año complejo, así define Tomeu Cifre, alcalde de Pollença, la situación económica de este municipio turístico mallorquín a donde cada verano llegan cientos de turistas, especialmente de procedencia inglesa. En este año y medio de pandemia desde el consistorio se ha intentado responder a las necesidades sociales de los residentes.
Sin embargo, el mandatario pollencí reconoce que se han buscado todas actividades complementarias para ofrecer diversidad y alternativas culturales, medio ambientales y de senderismo. “La idea es que nos escojan como un destino diferente donde no hay una gran cantidad de hoteles grandes, y en esa línea, podemos ofrecer planes familiares en hoteles pequeños con lo que podemos garantizar todas las medidas sanitarias de bioseguridad”
Aun así, reconoce las dificultades para atraer el turismo en estos tiempos, máxime con las restricciones que había hasta hace poco para que los ingleses entraran a Baleares. Y es que el turismo británico para Pollença representa entre un 60 y 70 por ciento del total de visitantes en épocas estivales. No obstante, al cierre de esta edición Tomeu Cifre celebraba nuevamente la llegada de ciudadanos del Reino Unido a las Islas. “Esto sin lugar a dudas es una buena noticia”, manifestaba.
Las previsiones pueden indicar que a Pollença puedan llegar entre 35 mil a 50 mil turistas en el caso de que las cosas vayan a mejor. De todas formas, al tratarse de una temporada atípica no se puede aventurar a dar unas cifras detalladas.
“De todas maneras siempre hemos promocionado a Pollença como un destino turístico atractivo”, para agregar que lo ideal es diversificar, aunque es difícil en tan poco tiempo cambiar la dinámica económica de un municipio.
A pesar de los problemas derivados por la pandemia, el alcalde reconoce que el sector de la construcción ha sido clave para que no haya habido una estrepitosa caída económica. Afortunadamente, comenta, se han puesto en marcha bastantes obras y reformas. De hecho, desde el ayuntamiento se ha incentivado este sector para compensar las pérdidas ocasionadas por el bajón turístico
En cuanto a los servicios sociales, el alcalde admite un notable incremento en la demanda en esta área, pero también agradece el alto nivel de implicación solidaria por la gente del municipio. “Los comedores sociales han funcionado muy bien dando comida a la gente más necesitada, también se han entregado ayudas para el alquiler y servicios básicos”, afirma.
De acuerdo a los datos del último padrón municipal, en Pollença residen aproximadamente 17 mil personas, entre ellos un 10 por ciento de extranjeros residentes. La mayoría, ingleses y extracomunitarios originarios de Marruecos, Rumania y de países sudamericanos.
Finalmente al responder al interrogante sobre cómo se ha manejado la pandemia en España dice que hay cosas que se deberían haber mejorado, a pesar de las dificultades que implica el hecho de gestionar. “Me parece que ha faltado uniformidad en todas las decisiones en las comunidades autónomas. Situaciones que ocasionaban incertidumbre, especialmente creo que el proceso de vacunación debería haber ido con mayor celeridad”, concluye.
