El pasado 28 de abril se inció en Colombia unas jornadas de protestas debido a la situación política en el país sudamericano, y concretamente en la ciudad de Cali, se produjo un acto vandálico hacia el patrimonio cultural e histórico de dicho municipio. La estatua del conquistador español (Belalcázar, 1480) fue derribada por un grupo de indígenas Misak.
La Alcaldía de Cali, ha enviado la estatua a restaurar, confirmando que volverá a su pedestal en cuanto terminen los trabajos en el taller. Sin embargo, grupos de ciudadanos del municipio colombiano, coincidienco este 25 de julio con los 485 años de la fundación de la ciudad, pusieron una estatua de cartón-piedra, expresando que “así sea de papel, debe estar en la celebración de su cumpleaños”.
Aún así, la polémica no termina aquí. El gobierno municipal ha comunicado que la restauración costará unos 500 millones de pesos colombianos (unos 109.000 euros). Por otra parte, en los últimos dían han sido publicados en las redes sociales vídeos donde el maestro artesano confirma que los trabajos no costarán más allá de 20 millones (aproximadamente 4.400 euros). Sin duda una gran diferencia.
Las voces en contra no se han hecho esperar, y la ciudadanía ya reclama por el coste excesivo de la restauración y qué se hará con el dinero sobrante.