Una mujer de Sevilla explica la angustiosa situación ocurrida con su padre en un hospital de la capital andaluza.
Su padre, de 79 años y con pauta completa de vacunación, presentó síntomas de covid-19 y acudió al Hospital Virgen de Fátima (Sevilla) para someterse a una prueba PCR para confirmar la enfermedad, hecho que terminó ocurriendo con el positivo del test. Con lo que ingresó con una leve neumonía.
Esta mujer explica que la oxigenación, en el momento del ingreso era de 95 de saturación en sangre, y que se extrañó de que no le pusieran ningún tipo de tratamiento. Comenta que tras cuatro días en el centro hospitalario, y tras repetidas llamadas, los médicos simplemente le comentaron que “su padre permanece estacionario. Ni mejora, ni empeora”.
También afirma que hace algunos meses, ella estuvo ingresada (en el Hospital militar) por la misma enfermedad e infección pulmonar, y que a diferencia de su padre, sí recibió tratamiento desde su ingreso, e incluso con más saturación en sangre, que consistió en oxígeno y antibióticos, entre otros.
Tras una ligera mejora de su padre, se le puso oxígeno, y aunque podía respirar algo mejor, tal y como comenta esta mujer, los pulmones trabajaban el doble y se reinflamaban. “Mi padre no iba a mejor, iba a peor, pero las llamadas de los médicos seguían diciendo que estaba estacionario”. Estuvo diez días en planta, y una llamada de los sanitarios informaba que sería trasladado a la UCI.
No pasaron muchos días que una nueva llamada comunicaba a su hija que su padre sería intubado, por un empeoramiento general. En solo 24 horas la situación se volvió crítica y la familia acudió al centro hospitalario.
A las siete de la tarde recibieron una última llamada telefónica avisando del fallecimiento del padre.