La responsable de IBDONA emplaza a la comunidad internacional a rescatar a las 18 millones de mujeres del régimen del terror.
La toma del poder de los talibanes en Afganistán ha desencadenado reacciones de organizaciones derechos humanos, o en su defecto, de responsables políticos en diferentes lugares de la geografía universal.
En Baleares, Maria Duran, es la directora del Institut Balear de la Dona, IBDONA. Este periódico se comunicó con ella para recoger su punto de vista sobre la compleja coyuntura que amenaza los derechos fundamentales de las mujeres en el país asiático.
Durán recuerda que en 2003 Afganistán ratificó la convención para la eliminación de cualquier forma de discriminación contra la mujer. Debería ser un mantra para que ningún estado ni organización internacional pacte con los talibanes ayuda humanitaria o acuerdo económico sin que renuncien a la Sharia.
En esa línea dice que la humanidad debe estar muy preocupada por las 18 millones de mujeres que están a expensas de violaciones flagrantes a sus derechos humanos, para advertir su preocupación por la interpretación errada del Corán que pone en evidencia un régimen de esclavitud a la población femenina.
La responsable de IBDONA califica la situación de las mujeres en Afganistán como la muerte en vida. Es inconcebible que no puedan salir de sus casas solas salvo que estén acompañadas por su esposo, su padre o un hermano, o no puedan trabajar, estudiar o trabajar, por citar las situaciones más elementales a las que se exponen las mujeres.
Agrega que el actual espectro social en ese país da invisibiliza a la mujer y la pone en el peor de los escenarios. En ese sentido, a su criterio es necesario que la comunidad internacional rescaten y se pongan a salvo la vida de millones de mujeres y niñas que viven un auténtico régimen de terror.
Asimismo, Duran Febrer valoró la valentía de las mujeres que han logrado huir con sus familias y las activistas sociales que en ningún momento han bajado la guardia, pese a las constantes amenazas de los talibanes, que dicho sea, ya han asesinado a mujeres que se han rebelado a este “opresor sistema”.
Las 29 prohibiciones para las mujeres según el régimen talibán
- Prohibido de trabajar fuera del hogar. Solo algunas doctoras o enfermeras podrán hacerlo en casos excepcionales.
- Prohibido salir de casa solas. Solo podrán salir de casa acompañadas por un hombre que forme parte de su unidad familiar, como padre, hermano o esposo.
- Prohibido cerrar tratos con comerciantes masculinos.
- Prohibido ser atendidas por doctores masculinos.
- Prohibido estudiar en escuelas, universidades o instituciones educativas. Solo pueden asistir a seminarios religiosos para chicas, que serían las nuevas escuelas femeninas.
- Obligación de llevar un burka que cubra a la mujer de la cabeza a los pies.
- Amenazas de azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acordes con las reglas o las que no vayan acompañadas por un familiar.
- Azotes contra las mujeres que no cubran sus tobillos.
- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio.
- Prohibición de usar cosméticos.
- Prohibición de hablar y estrechar manos a varones que no sean de la familia.
- Prohibición de reír en voz alta ya que ninguna persona fuera del núcleo familiar debe oír su voz.
- Prohibidos los tacones, ya que hacen ruido al caminar (la mujer no debe ser escuchada al caminar).
- Prohibición de ir en taxi sola o sin un acompañante masculino de su familia (mahram).
- Prohibición de participar en espacios de radio, televisión o reuniones públicas.
- Prohibido practicar deportes y entrar en un club deportivo.
- Prohibido montar en bicicleta y motos.
- Prohibido llevar indumentarias de colores llamativos que pueden ser considerados, según los talibanes, como “sexualmente atractivos”.
- Prohibido reunirse en fiestas como el Eids, con motivo recreativo.
- Prohibido lavar ropa en los ríos o plazas públicas.
- Sustitución de la palabra ‘mujer’ en todos los nombres de calles y plazas donde aparezca.
- Prohibido asomarse a los balcones.
- Opacidad de las ventanas de la casa para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera.
- Prohibido que los sastres masculinos tomen medidas a una mujer.
- Prohibido acceder a baños públicos.
- Prohibido viajar en el mismo autobús que los hombres. Habrá medios de transporte exclusivos para mujeres.
- Prohibidos los pantalones acampanados incluso debajo del burka.
- Prohibido filmar o fotografiar mujeres.
- Prohibido publicar imágenes de mujeres en revistas, libros y medios.
