El reciente 17 de septiembre estuvimos en la Feria del Emprendemiento y Colombianidad que se realizó en la Plazoleta de las Cuatro Torres de Madrid, una céntrica y apacible zona en la que durante diez horas se proyectó el mejor rostro de la pujanza del inmigrante colombiano que ha llegado a este país a aportar su grano de arena.
Más allá de que este tipo de eventos sean organizados por la parte oficial, concretamente la Embajada de Colombia en Madrid y el consulado general -lo aclaro porque hoy en día cualquier comentario se politiza- me invade de orgullo no solo como colombiano sino como inmigrante acudir al cubrimiento de estos acontecimientos.
Y dejo en negrilla acontecimientos, a tenor de la poca difusión y el nulo espacio que los medios de comunicación, y ahora con el auge de las redes sociales, le dan a las noticias positivas. Y es que no se trata de ser palmero de nadie, ni mucho menos de estar alabando o elogiando todo lo que se hace.
Al contrario, esta opinión apunta a lo difícil que se hace para algunos redactores de noticias contar una historia positiva o narrar una crónica de personas pujantes y echadas para adelante, pues sin querer tapar la cruel realidad a la que nos enfrentamos -también hay que contarla con pelos y señales- sí que hace falta de vez en cuando escribir historias que nos reconforten el espíritu, especialmente en estos tiempos complicadísimos para la humanidad.
A veces redactar u ordenar una historia positiva lleva más tiempo que escribir sobre un hecho negativo, aunque parezca increíble.
Hago énfasis en los medios de comunicación porque fueron pocos los que asistieron al cubrimiento de esta jornada de emprendimiento de un colectivo extranjero residente en Madrid. Posiblemente si se tratara de las noticias típicas de las secciones de sucesos protagonizadas por bandas latinas o cualquier otro de estereotipo negativo, la información hubiese fluido a la velocidad de la luz.
Quedé gratamente sorprendido por la cantidad de personas que visitaron los diferentes puestos de gente empresaria propietaria de clínicas dentales y de estética, firmas inmobiliarias, empresas importadoras de café, franquicias de reconocidas marcas de alimentos y bebidas en Colombia, que han irrumpido con fuerza en España… podría seguir citando sectores productivos que aportan al fisco y contribuyen a generar cientos de empleos que suman grandes aportes a la Seguridad Social.
En otro orden de cosas, obviamente no pasaré desapercibida la visita de dos minutos que realizó el Presidente de Colombia, Iván Duque a nuestro stand. Consciente de que puedo ser uno más del montón que habló casi 120 segundos con un mandatario, pero satisfecho por el deber cumplido de haber podido expresarle rápidamente la difícil situación de insularidad de los colectivos foráneos de las islas, entre ellos el colombiano que desde hace doce años cuenta con cónsules de carrera que han hecho un excelente trabajo por la comunidad, que hoy por hoy asciende a 25 mil en estas islas.
Como todo en la vida, en la política se presentan hechos imprevisibles, y ad portas de las elecciones de mayo en Colombia es necesario, gane quien gane, que el nuevo gobierno siga manteniendo abierto el consulado en las Islas. Fue una labor titánica con final feliz de hace 18 años de la Asociación de Colombianos en Baleares y este periódico, que quizá desconozcan las jóvenes generaciones de veinteañeros o treintañeros que llegaron hace poco a esta tierra o nacieron aquí.
¡Que sea un octubre promisorio para todos y que con la entrada del otoño la horrible pandemia nos siga dando tregua!
