Los hechos ocurrieron el domingo 13 de febrero a las 18.10 horas en la calle Bisbe Llàcer.
Un agente motorista, cuando se encontraba realizando funciones de vigilancia del tráfico observó cómo este conductor, que circulaba en motocicleta por la avenida de Sant Jordi, realizaba diversas infracciones de tráfico atravesando la línea continua.
Ante este comportamiento el agente procedió a activar los dispositivos luminosos y acústicos de su vehículo con el fin de que éste se detuviera pero en lugar de ello, emprendió la fuga. Sin embargo finalmente en la calle Bisbe Llàcer consigue detener al conductor que deja la motocicleta en medio de la calzada, obstaculizando el paso al resto de vehículos que circulaban por la vía. El conductor además se dirige de forma agresiva y amenazadora al agente actuante, llegando a abalanzarse sobre él. Acto seguido el agente procede a reducirlo con el apoyo de otros agentes actuantes que llegaron al sitio para apoyarlo.
El hombre fue detenido por un presunto delito de atentado y los agentes, al comprobar que éste presentaba claros síntomas de encontrarse bajo la influencia del alcohol, se le requirió para realizar la prueba negándose rotundamente, motivo por el que también se le imputa otros dos delitos contra la seguridad vial por conducir bajo la influencia del alcohol y negarse a realizar las pruebas reglamentarias.
