La presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, y la consejera de Derechos Sociales y presidenta del Instituto Mallorquín de Asuntos Sociales (IMAS), Sofia Alonso, acompañadas por la vicepresidenta segunda del IMAS, Magdalena Gelabert, anunciaron el viernes la puesta en marcha de una nueva ayuda que refuerza el programa de acompañamiento hacia la inclusión sociolaboral de las personas y familias en riesgo de exclusión.
La Ayuda de Urgencia Social para el Apoyo a los Procesos de Inserción es compatible con el Ingreso Mínimo Vital (IMV) y la Renta Social Garantizada (RESOGA), y está condicionada a la participación activa de las personas beneficiarias en los itinerarios diseñados por los profesionales del área de Inclusión Social para conseguir su inserción laboral. El importe mensual a percibir oscila entre los 135 y 607 euros en función de los ingresos de la unidad familiar y de su composición.
“Queremos evitar que en Mallorca la falta de recursos sea un impedimento para iniciar un proyecto de vida digna” expresó la presidenta Cladera. «Por eso reforzamos las políticas sociales del Consell poniendo en marcha una nueva ayuda con el objetivo de que todo el mundo tenga una oportunidad de insertarse social y laboralmente. Hacemos un esfuerzo por no dejar a nadie atrás y acompañar a todas las personas y familias que lo necesitan a superar situaciones de vulnerabilidad» afirmó la presidenta Cladera.
El programa de acompañamiento se inicia con una primera fase de evaluación personal integral a partir de la cual profesionales especializados y participantes consensúan un plan individualizado adaptado a cada circunstancia que concreta qué hacer y hacia dónde ir para conseguir su reinserción en la sociedad y prevenir que se cronifiquen situaciones de paro o dependencia de las prestaciones sociales.
«El objetivo es evitar que se agrave la situación de las familias que viven en riesgo de exclusión en Mallorca, posibilitar que puedan dejar de depender de las ayudas sociales, capacitarlas y, en algunos casos, dotarlas de habilidades sociales y empoderarlas para que puedan conseguir un trabajo digno que les permita mejorar su calidad de vida», dijo la consejera Sofia Alonso.
La concesión de la ayuda económica, que está supeditada al compromiso de seguir con el itinerario marcado que es supervisado de forma constante por cada asesor, tiene una duración de un año. Esta prestación, a diferencia de la RESOGA o el IMV, no busca cubrir las necesidades básicas, sino que funciona como un incentivo para las personas o familias en situación vulnerable que se encuentran dentro del proceso de acompañamiento de inserción laboral. Una ayuda extra para poder asumir los gastos o la carencia de ingresos vinculada al tiempo que dedican a los itinerarios acordados.
El IMAS destinará a este programa un total de 2.721.000 € hasta 2024, 1.002.000 € este año y 1.719.000 € en 2023 y se calcula que se podrán beneficiar unas 500 familias cada año. La cantidad a percibir dependerá del número de integrantes del grupo de convivencia y de los ingresos que declaren, aunque sólo podrá recibir la ayuda económica uno de sus miembros.
Sin embargo, desde el área de Inclusión del Consell se estudiarán todos los casos del núcleo familiar y se trazarán los itinerarios de acompañamiento de cada integrante por separado y de forma individualizada de acuerdo con las necesidades y carencias de cada uno .
Además, si pasado un año desde la concesión de la Ayuda de Urgencia Social para el Apoyo a los Procesos de Inserción, no se han logrado los objetivos marcados, la retirada de la ayuda económica no implica el fin del proceso, puesto que desde el servicio de acompañamiento se continuará trabajando sin pausa en cada caso.
