Cáritas Diocesana de Menorca impulsa a través de Mestral, su proyecto de economía social y solidaria, la inserción sociolaboral de personas en situación o riesgo de exclusión social mediante actividades de reutilización y reciclaje. Se lleva a cabo a través de seis talleres: de carpintería, restauración de bicicletas, agricultura ecológica dedicada a árboles autóctonos, dos talleres prelaborales de atención al público especializados en tienda y almacén, y el de tratamiento de residuos electrónicos y textiles. Los usuarios están derivados desde el servicio de orientación laboral de Cáritas. La formación es personalizada y los usuarios son de diferentes edades, orígenes y cada uno «con diferentes mochilas», como apunta Antoni Aguiló, coordinador de proyectos de economía social de Cáritas Diocesana de Menorca.
En total, 45 personas participan anualmente en el total de seis cursos que la entidad ofrece.
Se les enseña el oficio por parte de un monitor de taller, pero también se les da una educación transversal en idiomas, nuevas tecnologías, en igualdad y medio ambiente, etc. por parte de la educadora social de la entidad, que es Majo Casasnovas. «Son personas con riesgo de exclusión social, que llevan poco tiempo en Menorca o menorquines en situación de exclusión», apunta ella. «Que les cierren puertas, que les digan no a todo, a esto es a lo que tienen miedo, y a medida que vamos avanzando les demostramos que no pasa nada, que nos podemos equivocar; está claro que vamos a encontrar puertas cerradas, pero habrá una ventana abierta», reflexiona la educadora. «Nosotros ofrecemos acompañamiento, tanto físico como emocional: una persona se supera a si misma cuando se siente acompañada, cuando ve que hay un estalón al lado. Y es cuando ven que están en grupo, que otra gente está en su mismo situación o en otras de más graves, que cogen fuerza y se sienten acompañadas y van avanzando. Se empoderan y esto les ayuda también a abrirse», explica Majo Casasnovas.
Santi Saurina, el monitor del taller de carpintería que ofrece Mestral, explica de su alumno que «es un muchacho que se ve que ha pasado por malos momentos y ahora, aquí, voz que tiene una oportunidad. Está muy motivado y la quiere aprovechar. Cuando te ayudan a hacer un a cosa y ves que te da resultados, sales positivo y te ayuda a abrirte camino. La carpintería, al ser un oficio muy extenso y abierto, te puede dar mucho. Cuando ves que has conseguido hacer una pieza bien, te motiva y quieres más», explica.
Según Antoni Aguiló, coordinador de los proyectes d‘economía social Mestral, que impulsa Cáritas Diocesana Menorca, «intentamos que se preparen para un puesto de trabajo; de hecho en Menorca no hay formación reglada de carpintería, por eso damos una salida a las necesidades que hay en el mercado. Pero también intentamos que aprendan competencias sociales, personal, de puntualidad, de limpieza, les ayudamos a preparar currículums, a hacer entrevistas de trabajo…. Es decir, les preparamos, aparte de en el oficio propiamente dicho, a poder incorporarse al mercado laboral ordinario».
Los seis talleres de Mestral son un proyecto financiado a través de la casilla solidaria del 0’7% del IRPF Social que impulsa la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes.