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jueves, diciembre 26, 2024
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    Rusia: La implacable represión del Kremlin amordaza el periodismo independiente y el movimiento contra la guerra

    Por Amnistía Internacional

    Las autoridades rusas han lanzado una campaña de represión sin precedentes en todo el país contra el periodismo independiente, las protestas contra la guerra y las voces disidentes tras la invasión rusa de Ucrania; así lo ha afirmado hoy Amnistía Internacional.

    Al bloquear los medios de comunicación críticos más populares, cerrar emisoras de radio independientes y obligar a decenas de periodistas a interrumpir su trabajo o abandonar el país, las autoridades han privado casi por completo a la población rusa de acceso a información objetiva, imparcial y fidedigna.

    El órgano regulador de los medios de comunicación de Rusia, Roskomnadzor, también ha bloqueado el acceso a Facebook y Twitter.

    “Las autoridades rusas llevan 20 años librando una guerra encubierta contra las voces disidentes practicando arrestos de periodistas, tomando medidas drásticas contra salas de redacción independientes y obligando a propietarios de medios de comunicación a imponer la auto-censura. Sin embargo, tras la entrada de los tanques rusos en Ucrania, las autoridades han pasado a una estrategia de ‘tierra arrasada’ que ha transformado el paisaje de los medios de comunicación rusos en un erial”, ha manifestado Marie Struthers, directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central.

    Silenciados los informes críticos y las redes sociales

    Desde el principio de la invasión, el órgano regulador Roskomnadzor impuso la censura propia de la guerra para silenciar la disidencia.

    El 24 de febrero ordenó que todos los medios de comunicación usaran exclusivamente fuentes oficiales que tuvieran el beneplácito del Estado y advirtió que, de no hacerlo, se enfren- taban a penas graves por difusión de “noticias falsas”. Quedó prohibido usar las palabras “guerra”, “invasión” y “ataque” para definir las acciones militares de Rusia en Ucrania.

    El 28 de febrero, Roskomnadzor bloqueó Nastoyashchee Vremya (Actua- lidad), medio subsidiario de Radio Free Europe/Radio Liberty, por difundir información “poco fiable” sobre la invasión. El 1 de marzo, los usuarios de Internet en Rusia ya no podían acceder prácticamente a ningún medio informativo ucraniano.

    Los días siguientes, el Kremlin censuró implacablemente un gran número de medios de comunicación independientes, entre ellos la cadena TV Rain, la emisora de radio Echo of Moscow, el sitio web Meduza radicado en Letonia, los medios informativos rusos de postura crítica Mediazona, Republic y Sobesednik, el portal de activismo comunitario Activatica y los servicios de noticias en lengua rusa de la BBC, Voice of America y Deutsche Welle.

    El bloqueo de sitios web de noticias y la amenaza de acciones penales también ha motivado el éxodo de periodistas de Rusia. Según el sitio de periodismo de investigación Agentstvo (ya inaccesible en Rusia), al menos 150 periodistas han huido del país desde que comenzó la guerra.

    TV Rain decidió suspender sus emisiones por miedo a sufrir represalias. Znak.com, importante canal regional de noticias, interrumpió sus actividades aduciendo temor a la censura. Las emisiones radiofónicas de Echo of Moscow fueron interrumpidas; poco después, sus propietarios, afines al gobierno, decidieron liquidar la empresa. El propio diario Novaya Gazeta, faro del periodismo independiente, dirigido por el premio Nobel de la Paz Dmitry Muratov, anunció el 4 de marzo que iba a eliminar artículos sobre la invasión rusa de Ucrania.

    Desde el 1 de marzo, Roskomnadzor ha ralentizado al máximo el tráfico en Twitter y Facebook y ha acusado a dos empresas de difundir información “inexacta” sobre el conflicto en Ucrania. El 4 de marzo fueron bloqueadas ambas plataformas de redes sociales.

    “La libertad de prensa en Rusia no ha muerto a pesar de los denodados esfuerzos de sus autoridades. Periodistas valientes continúan su labor esencial, no en salas de redacción sino repartidos por el mundo como profesionales en el exilio. Aunque sus informes no puedan verse en televisión ni escucharse en la radio, su verdad se emite en directo por YouTube.
    Sus palabras no llenan las páginas de los periódicos pero se difunden al mundo a través de los canales de Telegram. Las actualizaciones vitales de todos estos corresponsales deben difundirse y valorarse”, ha dicho Marie Struthers.

    Instrumentalización de las leyes sobre “agentes extranjeros” y “organizaciones indeseables”

    Las autoridades rusas han usado también una conocida legislación represiva para acallar los medios de comunicación y las voces disidentes.

    El 5 de marzo, dos medios de periodismo de investigación —Vazhnye Istorii (Historias importantes) y el Proyecto de Información sobre Crimen Organizado y Corrupción (OCCRP)— fueron declarados “organizaciones indeseables”, lo que criminalizó sus operaciones y les prohibió trabajar en Rusia.

    El 9 de marzo se presentó un nuevo proyecto de ley ante la Cámara baja del Parlamento ruso (Duma) para crear un “registro unificado” de todo el personal —antiguo y actual— y la membresía de ONG, asociaciones públicas y entidades mediáticas que fueran declaradas “agentes extranjeros”, así como las personas así declaradas a título personal.

    En respuesta a la decisión de las autoridades rusas de bloquear el acceso al sitio web de Amnistía Internacional en lengua rusa —en el marco de la ofensiva del Kremlin contra la libertad de expresión tras la invasión rusa de Ucrania—, la directora de Amnistía Internacional para Europa Oriental y Asia Central, Marie Struthers, ha declarado lo siguiente:

    “La población rusa tiene derecho a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole y de cualquier fuente disponible. Al bloquear el sitio web de Amnistía Internacional en lengua rusa, y los de otras muchas organizaciones de derechos humanos, así como medios de comunicación independientes y redes sociales, el Kremlin demuestra ser incapaz de digerir la verdad sobre el horror que Rusia ha desencadenado en Ucrania.

    Se trata de un intento más, por parte de las autoridades rusas, de reprimir la información sobre los presuntos crímenes de guerra que sus tropas están perpetrando en Ucrania, y de ocultársela a los usuarios y usuarias de todo el país. Instamos a Rusia a desbloquear de inmediato el sitio web de Amnistía Internacional en ruso, y a permitir a la población decidir libremente qué fuentes de información desea consultar”.

    Información complementaria

    El 11 de marzo trascendió que la Roskomnadzor —agencia reguladora de los medios de comunicación en Rusia— había bloqueado el acceso al sitio web de Amnistía Internacional en lengua rusa (eurasia.amnesty.org), y a los sitios web del movimiento de derechos humanos Golos (observatorio electoral independiente) y de los medios de comunicación independientes Colta y Vazhnye Istorii. La semana pasada este último fue catalogado como “organización indeseable”, con lo que quedó ilegalizado y se le prohibió seguir trabajando en Rusia.

    Todos estos sitios web han sido bloqueados a instancias del fiscal general. A lo largo de las últimas semanas, las autoridades rusas han desatado una oleada de represión sin precedentes en todo el país contra el periodismo independiente, las protestas contra la guerra y cualquier voz contraria a la invasión rusa de Ucrania, para lo que han llegado a prohibir el empleo de términos como “guerra” e “invasión” y a criminalizar toda información independiente sobre el conflicto.

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