Durante estos días, la discoteca La Cantina Deluxe, localizada en el Polígono Son Valentí de Palma, se encuentra en el punto de mira de la opinión pública como consecuencia de unos artículos publicados en un periódico local en el que se denuncian graves incidencias, concretamente, se describe un escenario de peleas, agresiones a agentes de policía, botellones e incumplimientos a las normativas municipales. En los artículos publicados en el rotativo mallorquín Última Hora, los propietarios de este centro nocturno no salen bien parados, a tenor de la cantidad de hechos negativos que se van acumulando, tales como una paliza que unos desadaptados propinaron a un vigilante de seguridad.
La noticia se hizo eco en el programa de Ana Rosa Quintana. Telecinco recogía el pasado miércoles 13 de abril declaraciones de empresarios y vecinos del sector desesperados con la compleja coyuntura social, concretamente a la salida de esta discoteca. Sin embargo, los reporteros del programa hablaron con los dos propietarios que regentan el establecimiento.
Literalmente, la presentadora del programa se referia al hartazgo de los comerciantes y hosteleros de este polígono por la ola de inseguridad en este último tiempo. Los empresarios, agrega el informe, dicen que la policía no da abasto por los botellones callejeros que terminan siempre en peleas.
Acto seguido, se muestra un video en el que se aprecian puñetazos entre varios jóvenes
a las puertas de la discoteca. De repente un hombre cae al suelo y la reyerta va subiendo poco a poco de tono hasta que uno de los jóvenes lanza un puñetazo a otro. El periodista añade que estas escenas se han convertido en algo habitual de jóvenes alcoholizados que terminan la fiesta de la peor manera posible.
La policía, según el informe periodístico, ha reforzado el número de efectivos, pero los comerciantes del sector dicen que es insuficiente.
Los hermanos Ocampo, Jorge y Carmen Julia de origen colombiano se defendieron argumentando que ellos también son víctimas de estos desmanes que suceden alrededor del polígono.
Además, insistieron en que ellos mismos son los que se encargan de llamar a la policía cuando observan a personas violentas en su local o a las afueras del mismo. “No nos podemos hacer responsables de la violencia callejera, o del comportamiento incívico de personas que hagan sus necesidades fisiológicas fuera de la discoteca, estuvimos 16 meses con el negocio cerrado y hacemos lo mejor posible, lo que está a nuestro alcance”.
Consideran injustas las acusaciones que se hacen del establecimiento al que confluyen más de medio millar de personas cada fin de semana. “Llevábamos dos años sin trabajar, y ahora que reanudamos se está tratando de dañar la imagen del establecimiento”, para agregar que “estamos dando la cara y si es necesario hacer correctivos los haremos, pero hasta ahora hemos sido escrupulosos con las normativas de funcionamiento”, afirma Carmen Julia.
Ante las cámaras, los hermanos Ocampo se muestran preocupados por la situación. “Nos están marginando y marcando negativamente la discoteca, no tenemos culpa de que la gente se pase de alcohol y drogas. En nuestra discoteca manejamos todo el servicio de protocolos y normativas de seguridad. Las cosas se hacen bien con el personal cualificado que contratamos, dice Carmen Julia.
“Cumplimos con la normativa”
Al ser una de las discotecas donde confluye un gran número de personas de varias nacionalidades, Baleares Sin Fronteras también contactó con el par de empresarios que contestaron a nuestras preguntas sobre los señalamientos de prensa ampliamente difundidos.
BSF: Se habla de deficiencias, excesos en los medidores de CO2…
Carmen Julia Ocampo: No teníamos el medidor de CO2 expuesto al público, sino en zona de baja de la barra. Les expliqué que de cinco medidores nos han robado dos. Estaba disparado el CO2 A 1300 donde tiene que estar en 800, pero automáticamente aireamos, encendimos extractores potentes que tenemos bajó a 500 y ellos -la policía- lo pudieron comprobar.
BSF: Los señalan de no tener controladores de vigilancia titulados, ¿es cierto?
C.O: Eso es falso, tenemos ocho personas trabajando como personal de seguridad. Uno se encuentra de baja médica, el otro tiene al hijo grave y uno más está de viaje familiar. Los que estaban trabajando no tenían el carnet en una zona visible y luego lo presentaron a los agentes de policía.
BSF: Qué puede comentar sobre la paliza a un trabajador de la discoteca…
C.O: Eso sucedió porque el personal salió a evitar desmanes a las afueras después del cierre del local. Desafortunadamente hay gente alicorada que reacciona de forma
violenta a las afueras de cualquier establecimiento. Siempre protegemos a nuestros trabajadores.
BSF: Y acerca de la gente que estaba bailando sin mascarilla qué pueden decir…
C.O: Efectivamente, había algunas personas que se la quitaban y nosotros las instábamos a ponérsela, pero eso ocurre en todos los locales, no somos los únicos.
BSF: Cuando se señala en el artículo de prensa de ser una discoteca “conflictiva” qué responden….
C.O: Me gustaría que quienes redactan estos artículos se acerquen a la discoteca, con gusto hablamos y pueden cotejar nuestra versión. No nos hagan daño. Esto es amarillismo, y no nos pueden tildar de conflictivos por situaciones que se han presentado por fuera de nuestro establecimiento.
La información no se puede manejar subjetivamente porque afecta a un negocio en particular, y de paso, el sustento de muchas familias por situaciones que se presentan en la calle. Es injusto que se nos señale de esta forma.
