El pasado 18 de julio, alrededor de la 1:10h de la madrugada, se recibieron por parte del Servicio de Emergencia 112 de la localidad malagueña de Marbella varios avisos indicando que se habían escuchado disparos en las inmediaciones del club de playa ‘Opium’ de dicho municipio.
En total la reyerta dejó un saldo de cinco personas heridas, tres de ellas detenidas. Entre los capturados estuvo el presunto autor de los disparos, un acompañante y uno de los heridos de bala, investigado por un delito de lesiones agravadas.
Tras los acontecimientos en Marbella, hemos preguntado a Antonio Barrio, propietario de la discoteca Millenium de Palma, si estas situaciones debido al desbordado turismo o residentes que aprovechan el verano – se pueden extrapolar a esta parte del mediterráneo. Posiblemente el confinamiento y las restricciones originadas por la pandemia han derivado ciertos cambios de comportamientos en el contexto social luego de regresar a una aparente normalidad, especialmente en un mundo exigente como el ocio nocturno.
“Considero que lo ocurrido en Marbella y en otros lugares de España es un hecho aislado, que se dio en una discoteca, pero que podría haber pasado en la calle. No creo que fuera un problema derivado del establecimiento, si no de otro lugar que tuvo el desenlace allí”, afirma Barrio.
El propietario de Millenium dice no haber notado grandes cambios en la clientela, y no ve a la gente con miedo a la hora de salir por las noches.
En cuanto al dispositivo de seguridad y de control del local, Toño como es conocido dentro de la comunidad latina de Mallorca, comenta que tienen todo lo que les exige la normativa. “Tenemos una persona en la puerta que está para controlar que no entren menores, ni personas que no estén en un estado normal para poder acceder al local, y por ejemplo, en caso de que lleven mochilas grandes controlar su contenido”.
La temporada veraniega está batiendo récords tras años muy negativos para el sector con la pandemia, y precisamente este hecho se está notando en los establecimientos de hostelería, restauración y especialmente ocio nocturno. Aun así, el empresario, indica que no trabajan con turistas, pero que indirectamente les afecta, ya que sus clientes tienen más trabajo y lo notan a la hora de la recaudación, ya que pueden gastar más. Por otra parte, menciona que este año la temporada empezó más pronto, y espera que se pueda alargar, lo que hará que se pase un mejor invierno.
“Tengo otro establecimiento donde sí he notado la llegada de turismo, sobre todo europeo (alemanes, franceses y británicos). Ya sabemos que en las islas el principal mercado emisor es el europeo”, añade el propietario de la discoteca de origen madrileño.
Como mensaje final afirma que “los clientes pueden ir tranquilos. Muchas veces los problemas de seguridad vienen dados por su comportamiento. Es importante tener una buena seguridad, pero todavía más si cabe unos buenos clientes que cumplan las normas, vengan a divertirse y no a buscar problemas. Llevamos una temporada positiva, sin problemas y esperamos que todo continúe así”, afirma Barrio.
