Nuestro trabajo informativo de estos 19 años nos ha llevado a entrevistar a altos cargos públicos de diferentes gobiernos, denomínese embajadores, cónsules, agregados consulares, vicecónsules, encargados de negocios, jefes de prensa, etcétera.
Hemos conocido misiones diplomáticas de diferentes países, cuyas funciones resumiré en dos partes. Algunas centran sus cargos en lo estrictamente burocrático y añaden a su plan de trabajo la presencia en actos institucionales en representación de sus gobiernos, otras misiones, con las que me identifico plenamente, incluyen en su hoja de ruta la interrelación permanente y conocimiento de sus connacionales a los que están representando en una comunidad autónoma determinada, concretamente en nuestro caso, Illes Balears.
Nuestro trabajo profesional desde el ámbito periodístico que hemos tenido con los representantes consulares siempre se ha centrado en informar a nuestros lectores sobre gestiones de papeles o informaciones que susciten interés.
En esa línea, nos preocupan los cambios que afecten a cualquier colectividad, mantenerlos actualizados, o detallar algunas noticias de actividades culturales o visitas de un consulado móvil a Ibiza o a Menorca.
De la misma manera, siendo coherentes con nuestra línea editorial no hemos escatimado esfuerzos en reconocer el arduo trabajo de cada cónsul que ha representado a su país. A unos se les ha notado mayor implicación desde el factor humano para con su gente y otros solo vienen a cumplir con el trabajo estrictamente burocrático, nos quedamos con la primera opción.
Quisiera agregar que quienes ostentan un cargo consular deben estar obligados a informarse sobre cosas elementales como los nombres de los alcaldes y regidores de los ayuntamientos, competencias de los consells insulares y diferentes consellerias del Govern balear y la propia Delegación del Gobierno, especialmente en asuntos de extranjería.
Y es que la imagen de los consulados es también la imagen de todos los que hemos emigrado, por lo tanto, recomendar que antes de organizar cualquier acto alusivo a una fecha representativa se preste atención a los detalles protocolarios, y aunque la perfección no existe, es aconsejable evitar al máximo caer en improvisaciones o errores que dejen en evidencia un sublime desconocimiento en temas básicos y elementales propios de quienes representan a todo un país en una jurisdicción, lo decimos por actos a los que hemos asistido y en los que hemos observado deficiencias protocolarias que definitivamente no dejan una buena imagen.
En otro orden de ideas, a propósito de actos institucionales, a quienes nos han preguntado sobre los detalles de una recepción privada que se realizó en una finca de Esporles con motivo del Día de la Independencia de Colombia el pasado 20 de julio, nos gustaría aclarar que BSF no realizó la cobertura de esta actividad por no haber sido convocado.
Nos hemos enterado por el periódico ‘Última Hora’ sobre el rotundo éxito de la actividad organizada por el cónsul Rafael Arismendy, en el que dicho sea, hubo dos centenares de invitados de Mallorca y algunos colombianos, entre ellos un grupo de danza, según cuenta la crónica del rotativo local, que lo complementa con una variedad de fotos de gente selecta de la sociedad balear de diferentes ámbitos.
A quienes nos preguntaron por dicho evento debemos comentarles que el propio cónsul tiene la respuesta sobre el porqué de la ausencia de brillantes colombianos y colombianas que se han destacado en Illes Balears durante décadas desde sus diferentes sectores de trabajo, voluntariado y tejido asociativo. Seguramente este festejo se hizo con recursos privados, pero aun así hay una fecha institucional de por medio en la que se promociona la imagen de Colombia.
En mi opinión era una buena plataforma para que se mostrara el producto local – la gente de progreso – exportado desde Colombia, tal y como se hizo en una reunión organizada por el propio consulado a la que varios colombianos de diferentes perfiles profesionales fueron invitados el 1 de junio pasado con el Embajador saliente, Luis Guillermo Plata, no obstante, a criterio personal es más aconsejable mostrar lo más representativo de adentro para afuera y no lo de adentro para adentro, más de lo mismo, la repetición de la repetidora como diría Cantinflas.
Es una observación constructiva, pues desde este periódico estamos agradecidos de haber sido invitados por el propio consulado en septiembre del 2021 a una feria comercial de colombianos en Madrid, la balanza se debe inclinar para ambos lados… pero una cosa no quita la otra y esperamos que esta crítica pública se asuma de la mejor manera, nos debemos a nuestros lectores, y siempre hemos dicho que el periodismo debe estar años luz de las relaciones públicas.
¡Sea la oportunidad para desear una pronta recuperación a Graciela Perrota, Oficial de Canciller de Uruguay en Baleares!
