La comunidad ecuatoriana residente en Ibiza necesita cuanto antes el servicio consular, concretamente que desde el consulado de Palma se atienda a decenas de personas que necesitan renovar su pasaporte, uno de los trámites con mayor demanda. Y es que Horacio Balda, propietario de una empresa de pinturas, y a la vez presidente de la Asociación de Ecuatorianos de Ibiza y Formentera, no le queda duda sobre la buena voluntad del cónsul Julio César Lalama, sin embargo, es consciente de las dificultades que existen por la falta de presupuesto.
Afirma que el gobierno de su país no asigna una partida para que se le preste a sus connacionales una asistencia consular.
“Nos toca viajar, no todas las personas obtienen el permiso de la empresa y además el viaje a Palma resulta costos, ya es hora de que el gobierno de Ecuador se acuerde de los ciudadanos de las otras islas”, dice.
Reprocha la dejadez del gobierno de su país, incluso el representante sudamericano apela a las diferentes soluciones: porque “es que ya ni siquiera se pueden hacer los trámites online como antes y es imposible que contesten una llamada, en mi caso tengo contacto directo con el cónsul, pero el resto de compatriotas están desesperados con esta desatención”.
Además le suma a este problema la falta de respuesta del Ayuntamiento de Ibiza, a quien le solicitó un lugar para adecuar un consulado itinerante. “Nos asignaron una persona que nunca nos dio respuesta”, comenta.
Con motivo del día patrio de Ecuador, Horacio viajó a Palma como invitado a un acto organizado por el consulado de ese país. Después de asistir al evento se desplazó hasta la redacción de este periódico en donde nos dio pormenores de la situación actual de sus compatriotas de las pitiusas.
Otro de los problemas que tienen es la falta de una oficina de extranjería, que atienda los trámites, incluso dice que hay personas que ya se pueden regularizar, pero las gestiones son muy lentos por la falta de personal, infortunadamente es un problema que se extiende a los demás colectivos foráneos que están en la misma situación.
La falta de papeles en regla para Horacio Balda genera que la gente siga trabajando en la economía sumergida, no se cotice a la Seguridad Social y se deje de tributar al fisco.
“Es un perjuicio económico para España, parece que no lo advirtieran, y peor aún es cuando las personas tienen la opción de regularizarse y la administración es muy lenta e ineficiente”.
Permitir que esta realidad se mantenga- afirma- conlleva a que la gente sin papeles siga siendo explotada en trabajos en los que pagan de 3 a 5 euros la hora, es fomentar en toda regla el abuso a estas personas vulnerables.
En este momento la asociación se mantiene con dificultades debido a las fracturas sociales causadas por la pandemia, que también lo llevó casi le cuesta la vida, pues estuvo intubado dos meses en el Hospital de Can Misses al borde de la muerte. “El Covid casi me lleva, estoy viviendo una segunda vida que la aprovecharé al máximo”.
Hubo años de esplendor de la entidad que llegó a componerse de 875 socios, no obstante, con el tiempo todo el movimiento asociativo fue perdiendo fuerza. De todas maneras, al día de hoy no quiere que la asociación pierda vigencia y sigue organizando actividades, rifas y encuentros navideños.
Infortunadamente, en estos momentos no cuentan con un local debido a las deudas generadas por el alquiler de años pasados, que él mismo desde su bolsillo ha tenido que sufragar.
El representante ecuatoriano conocido en Ibiza por otros líderes de asociaciones, sugiere además un casal que agrupe a todas las nacionalidades, algo así como “la Casa de América” en Madrid, en esa línea le pide a los cargos públicos de las administraciones que tengan las debidas competencias, apoyar la unidad del tejido asociativo para trabajar por el bienestar común de sus colectividades. “No pienso solo en clave de Ecuador, también es importante conocer la realidad de los otros países hermanos que tienen las mismas necesidades sociales y reivindican sus derechos”, concluye.
