Más de 88 millones de personas en todo el mundo se han visto obligadas en lo que va de año a abandonar sus hogares a causa de la guerra. Desde 2008, los desplazamientos forzosos por culpa de los conflictos bélicos han aumentado un 64%. Aunque la paz no es solo pero sí prioritariamente ausencia de guerra y de violencia, la celebración este miércoles del Día Internacional de la Paz viene indudablemente cargada de conflictos que se recrudecen, se cronifican y se renombran.
Según el Informe Global Peace Index 2022, Afganistán sigue siendo el país menos pacífico del mundo por quinto año consecutivo, seguido de Yemen, Siria, Rusia y Sudán del Sur. Los cinco países con mayor deterioro de la paz en este 2022 fueron Rusia, Ucrania, Guinea, Burkina Faso y Haití.
Una de las líneas de trabajo prioritarias de Cáritas es la construcción de la paz, en los países citados anteriormente, pero también en otros conflictos y crisis prolongadas. Gracias a la Red Internacional de Cáritas, presente en más de 160 países, y con profundo arraigo, es posible desplegar nuestra acción en tres ámbitos: prevención de la violencia, mediación en los conflictos y mitigación del impacto humanitario en las víctimas.
Durante los dos últimos años, Cáritas Española ha logrado acompañar a casi un millón de personas a través de 15 proyectos de construcción de paz en siete países y con un presupuesto total de 1.254.712 euros.
“En Cáritas entendemos la paz no sólo como la ausencia de guerra y violencia. También como la convivencia de todos los ámbitos de la vida: social, político, económico y medioambiental. Desde este enfoque respondemos al desafío de construcción de la paz en diferentes ámbitos y realidades que abordan lo coyuntural y lo estructural”, explica Eva Cruz, directora del área de Cooperación Internacional de Cáritas Española.
Algunos de los países en los que Cáritas Española desarrolla proyectos de construcción de la paz se encuentra Colombia. En la región de Chocó, uno de los departamentos más afectados por el conflicto armado interno, Cáritas ha contribuido en el último año a asegurar la alimentación, el acceso a agua y la higiene personal, la atención sanitaria y el refugio temporal a 9.785 víctimas de la violencia, así como a fortalecer sus capacidades de autoprotección frente a los actores armados.
En esta misma línea, Cáritas ha atendido en el último año a 1.017 familias afectadas por el conflicto en Siria en las gobernaciones de Hama y Homs, a través de ayudas económicas y distribución de kits de higiene, además de favorecer el acceso a la educación a 700 niños/as desplazados por causa de la guerra.
Integración de los desplazados
En Ucrania, hasta el momento, se han distribuido 45.000 raciones de comidas, 150.000 paquetes de comida, 290 personas han sido beneficiarias de ayudas económicas, 45.000 personas han accedido a agua potable, 120.000 personas han sido beneficiarias de kits de higiene básica, y 151.000 familias han recibido ayuda para equipar sus hogares e incluso comenzar a restaurarlos en lugares liberados por el ejército.
Para este año escolar, tanto las Cáritas de las ciudades del oeste de Ucrania, como las de los países fronterizos (Polonia, Moldavia, Rumanía, Hungría, Eslovaquia) y otros afectados (Rep. Checa y Bulgaria), pondrán en foco en la integración de refugiados y desplazados en las comunidades de acogida.
Cáritas también apoya acciones de mediación en conflictos: en República Democrática del Congo, Cáritas acompaña y forma a líderes comunitarios y voluntarios parroquiales para que promuevan el diálogo en comunidades con presencia de actores armados. En el último año, estos líderes han llevado a cabo 7 acciones de mediación comunitaria dirigidas a parar o prevenir enfrentamientos entre grupos armados, lo que ha librado a cerca de 10.000 personas de una situación de violencia generalizada en sus comunidades.
Por último, se acompaña a las comunidades en la fase inmediatamente posterior a la situación de violencia generalizada, mediante acciones de pedagogía para la paz, cuya finalidad es profundizar en la reconciliación y evitar una reactivación del conflicto: en Sudán del Sur la ayuda alimentaria para las poblaciones que retornan a sus lugares de origen tras huir de ellos por la guerra civil, se acompaña de acciones facilitadoras de la implementación de los acuerdos de paz a nivel local en cinco diócesis; de ellas se han beneficiado unas 13.000 personas
Cáritas trabaja por la paz también en tiempo aparentemente pacíficos, mediante la promoción de la transparencia y el buen gobierno, a través de apoyo a misiones de observación electoral, sobre todo en países africanos como Malí y República Democrática del Congo; o del fortalecimiento de las capacidades de la sociedad civil para la vida democrática en Colombia.
Toda esta labor se realiza en contextos de violencia, donde la propia Cáritas (su personal y sus oficinas en terreno) son también víctimas de amenazas, hostigamientos, robos, etc. El caso más reciente lo encontramos en Haití, donde en los últimos días, tres oficinas de Cáritas han sido saqueadas en Les Cayes, Gonnaives y Port de Paix. No se han producido daños personales, pero se llevaron equipos de oficina, muebles y sacos de comida. Cáritas Española trabaja directamente con Cáritas Les Cayes a través de dos proyectos de seguridad alimentaria y de recuperación de medios de vida de las familias afectadas por el terremoto de 2021.