Cruz Roja ha realizado 39.166 atenciones en playas y aguas continentales este verano (playas, pantanos, lagos, ríos…). Entre el 21 de junio, y el 15 de septiembre, la Organización ha desplegado sus recursos en 228 playas de la península y las islas con cerca de 1.000 personas entre facultativos, personal de enfermería, socorristas acuáticos y sanitarios, y patrones de embarcaciones. Además de tareas de atención de primeros auxilios y salvamento, se han atendido a 585 menores extraviados, y se ha ayudado a que casi 16.000 personas con discapacidad o movilidad reducida puedan disfrutar del baño adaptado en las 59 playas en las que Cruz Roja dispone de este servicio, 7 de ellas en colaboración con la Fundación Axa para ofrecer servicios adicionales.
De manera paralela, el personal de playas también realiza una importante labor de concienciación con mensajes preventivos: son indicaciones que los y las socorristas dan a pie de arena a la población. Sólo en esta temporada estival son más de 350.000 las recomendaciones realizadas para evitar golpes de calor, cortes de digestión o lesiones producidas por los animales marinos, entre otras muchas medidas de precaución.
La mayor parte de las asistencias sanitarias están relacionadas con picaduras, esguinces, luxaciones y otras curas, sin embrago, el componente medioambiental también forma parte de la intervención de Cruz Roja en las playas españolas. La sensibilización a la población y la movilización de recursos para la recogida de plásticos y limpieza de playas son otras de las acciones destacadas en el dispositivo. De esta manera, Cruz Roja mantiene los sistemas de calidad y de medio ambiente con certificación ISO 9001/14001 para su proyecto de ‘Playas’, “lo que nos obliga a estar en situación de mejora constante”, recalca Miguel Ángel Sánchez, responsable del servicio de Playas de Cruz Roja.
Todo este despliegue de recursos de Cruz Roja se realiza para trabajar por crear entornos sostenibles que mejoren la calidad de vida de las personas, protegiendo el medio en el que viven y garantizando el acceso a los recursos a generaciones presentes y futuras; saludables, promoviendo un mejor estado de bienestar físico, psíquico y social a través de los estilos de vida saludables; e inclusivos, en el que todas las personas participen sin barreras, en igualdad de oportunidades y con redes de protección.
Aunque el periodo de campaña de verano dura hasta el 15 de septiembre, son muchos lugares en los que Cruz Roja sigue presente fuera de esta campaña, especialmente en zonas donde por el clima el turismo o la afluencia de público en playas requiere de esta presencia, como Canarias, donde los servicios de salvamento están operativos todo el año.
Socorristas por… 3 semanas.
Este año se ha desarrollado en Tarragona el Junior Lifeguard Program, una iniciativa pionera en España que tiene por objetivo acercar a jóvenes de entre 14 y 17 años el mundo del salvamento y el socorrismo, a través de actividades prácticas de carácter lúdico y formativo.
Durante tres semanas, un grupo de 16 jóvenes vivieron en primera persona la experiencia de trabajar en un puesto de socorrismo.
Además de dar a conocer el día a día de los socorristas y las características del medio acuático, Junior Lifeguard program tiene como objetivo fomentar la actividad deportiva y una actitud saludable hacia el entorno.
Durante el curso, los participantes realizaron ejercicios para aprender técnicas básicas de rescate en playas y embarcaciones, técnicas de natación, primeros auxilios, medidas de seguridad en la costa y acciones para cuidar el medio ambiente y la fauna marina, entre otros.
Desde el servicio de Salvamento y Socorrismo en Playas de Cruz Roja se ha detectado el alto número de incidencias que hay en este perfil de edad, por lo que es importante explicar a los jóvenes de forma directa cuáles son los peligros que hay en las playas y cómo se han de comportar para evitarlos, a la vez que descubren un nuevo mundo profesional en el que, quizá, puedan trabajar en el futuro, como ya tiene claro Enric, de 17 años y participante en este programa que asegura que se matriculará cuando cumpla la mayoría de edad para trabajar como socorrista.
Resiliencia comunitaria: seguridad en la playa
Muchos bañistas este verano quizá han optado por viajar a playas más desconocidas o alejadas del turismo, que convierten su día de playa en un tiempo para relajarse y disfrutar en un espacio menos concurrido. Sin embargo, en muchas de esas playas, precisamente por no contar con gran afluencia de público, no existen servicios de salvamento. Cruz Roja, este año, consciente de los riesgos que esta práctica conlleva, ha recorrido este tipo de espacios para concienciar a la población a que extreme la precaución en estos así.
Así ha sido, por ejemplo en Asturias, donde el voluntariado ha repartido folletos de seguridad en playas sin servicio de salvamento en las que se recogen los principales riesgos a valorar, como el tránsito de embarcaciones, la presencia de rocas, las fuertes corrientes, el fuerte rompiente en poca profundidad, los desprendimientos o los peligros de realizar saltos en zonas donde podría no haber suficiente profundidad.
Del mismo modo, ha recomendado a las familias que respete la regla del 10: no alejarse de los menores más de 10 metros, ni dejar de observarles más de diez minutos.
Para evitar golpes de calor, tips tan comunes como caminar por la sombra, el uso de sombreo o gafas de sol, y la realización de una comida ligera y fresca han sido algunas de las recomendaciones contenidas en estos trípticos informativos.
En caso de presencia de animales marinos, especialmente medusas y peces escorpión, no sólo se recomendaba evitar el baño, sino que además se ponía a disposición de la población consejos para actuar de inmediato en caso de picadura, donde siempre prevalece también la advertencia y contacto directo con el 112 si fuera necesario.
Fundación AXA y Cruz Roja
Una de las playas de Gandía, Chiclana, Las Palmas, Valencia, Santander, Barcelona y San Fernando han contado con un proyecto de colaboración en el que las personas con movilidad reducida o dependencia y sus familias han podido disfrutar de la playa con máxima seguridad.
Ambas entidades han habilitado espacios de ocio adaptado con silla anfibia, muletas y andadores, y espacio para ejercicios para el desarrollo de la movilidad (con mancuernas, pelotas y tiras elásticas), zona de masaje, actividades de animación, y servicio de fisioterapia.