La presidenta del Govern de les Illes Balears, Francina Armengol; el conseller de Movilidad y Vivienda, Josep Marí, y la alcaldesa de Esporles, Maria Ramon, pusieron este viernes la primera piedra de la primera promoción de vivienda pública en el municipio. Se trata de 18 viviendas de dotación de un dormitorio (de 45 metros cuadrados aproximadamente), 2 de las cuales adaptadas, destinadas a alquiler social, que se destinarán a cubrir necesidades transitorias de vivienda.
Durante el acto, la presidenta hizo balance de la construcción de vivienda pública en las Illes Balears y ha recordado que se cerrará 2022 con 204 viviendas de protección pública entregadas a familias isleñas y 551 más en construcción. Francina Armengol destacó que esta promoción es dotacional, «hecho que implica que las personas mayores y jóvenes tengan espacios comunitarios y que enlaza con la forma que tenemos de entender la sociedad, donde unos cuidan de los otros».
La presidenta del Govern recordó que «el presupuesto de vivienda del año que viene aumenta un 70 % gracias a los fondos europeos respecto del de este año» y afirmó que «la voluntad política es que cada vez invirtamos más en vivienda porque es una necesidad real de ciudadanía y tenemos que seguir a este ritmo de construcción durante la próxima legislatura». Finalmente, la presidenta del Govern agradeció la colaboración de los ayuntamientos que, como el de Esporles, ceden solares para construir vivienda pública.
La nueva promoción
El nuevo edificio tendrá 18 viviendas de un dormitorio, de las cuales dos serán adaptadas para personas con movilidad reducida. El edificio tendrá planta baja y dos plantas y combinará espacios privados con zonas de espacios comunitarios. Los destinatarios de estas promociones son personas que tienen necesidades de vivienda transitorias, en especial el colectivo de jóvenes y gente mayor.
La promoción se levantará en un solar cedido por el Ajuntament d’Esporles y tiene un coste previsto de 2.746.175 euros. En cuanto al plazo de ejecución de las obras, es de 16 meses.
El proyecto, como todos los del IBAVI, incluye medidas medioambientales que permitirán el mayor nivel de autosuficiencia posible. Con el objetivo de hacer las viviendas lo más sostenibles posible, disponen de estrategias climáticas pasivas, como por ejemplo la incorporación de estancias captadoras en invierno y refrigeradoras en verano, para reducir la demanda energética sin renunciar al confort. También se ha priorizado la utilización de productos de proximidad a la hora de construirlos.
El Govern acabará la legislatura habiendo incorporado al parque público 1.276 viviendas, un 72 % más.