Por Legalteam
La comunidad marroquí en España ha dado un ejemplo de civismo. De fútbol, todo hay que decirlo, poco sabemos nosotros y sí, mucho se ha hablado del partido ayer Marruecos-España.
Llueven ríos de tinta. Basta con mirar las portadas de cualquier diario.Todos hablan de la victoria de Marruecos y la pérdida de España.
Pero repetimos que de fútbol poco sabemos; de lo que sí sabemos bastante es de la criminalización de la inmigración por parte de los medios de comunicación. Y de los silencios. Ningún medio, al menos, de lo que hemos visto, destaca la auténtica lección de civismo de la comunidad marroquí en España.
Miles salieron a las calles españolas con las banderas del reino alauita, celebraron, cantaron, gritaron; pletóricos de felicidad, celebrando el triunfo. Y no es para menos, es el primer Mundial donde Marruecos ha llegado tan lejos.
¿Habéis visto a algún medio de comunicación que celebre el civismo con el que los marroquíes en España celebraron la victoria? Nosotros sí lo porque salvo algún hecho aislado, es digno de reconocer ese civismo. Y porque sí, porque hay que reconocerlo. Llegue, desde Legalteam, una vez más nuestra enhorabuena por el triunfo y nuestra felicitación por la lección de civismo.
Puede que a alguien le parezca absurdo celebrar el civismo. A nosotros no.
Es cierto que, por ejemplo, se sobrentiende ser responsables al volante, respetar las leyes y respetar a los demás como lo que son: seres humanos.
Sin embargo, cansados estaremos todos de ver quienes conducen temerariamente, se saltan las normas a la torera y hacen de quienes tienen a su lado poco menos que objetos, porque no le conceden la dignidad de un trato humano.
Por eso, sí… todos debieran actuar con civismo. Sin embargo y lamentablemente muchas veces asociado a las fuertes pasiones que mueve el deporte, sobran los episodios en los que violencia y vandalismo han empañado una celebración.
Entonces, ¿Por qué no reconocer a quienes cumplen con lo que deben?
Es criterio personal en #Legalteam seguir agradeciendo a un camarero por un buen servicio, a un conductor por habernos trasladado seguros, a un médico por su cuidado en la atención de nuestra salud y a una afición que supo festejar, en multitudes, pero compostura y respeto por quienes tenía a su alrededor… al final, eso es el civismo y también es motivo de celebración.