Por Legalteam
Una nacionalidad falsa y una nueva vida como español. Es lo que ofrecía, a cambio de entre 6.000 y 10.000 euros, una banda cubana ya desarticulada en Tarragona, donde la Policía Nacional ha detenido a nueve personas por falsificar documentos públicos para la regularización de ciudadanos de la isla caribeña.
Según ha informado el cuerpo, la red ilegal falsificaba presuntamente documentos para tramitar permisos de residencia y obtener la nacionalidad española para ciudadanos cubanos a los que captaba la banda. La trama fue descubierta al detectarse una serie de solicitudes de autorización de residencia por arraigo familiar que resultaron sospechosas.
Identidad robada a los muertos
Los agentes averiguaron que se usurpaba la identidad de ciudadanos españoles ya fallecidos para simular una relación familiar. Dos de los detenidos, de origen cubano con nacionalidad española, formaban parte presuntamente del entramado como autores intelectuales, operando desde Cataluña y las Islas Canarias, y se les imputan delitos de falsedad documental, favorecimiento de la inmigración ilegal y pertenencia a organización criminal.
Los otros siete detenidos son presuntamente clientes de esta trama, distribuidos por toda la geografía española, y se les considera responsables de un delito de falsedad documental. No se descartan más detenciones porque la operación, llevada a cabo en colaboración con las Oficinas de Extranjería de las diferentes subdelegaciones del Gobierno, sigue abierta.
Un pasado familiar inventado
La investigación empezó después de que sospecharan que ciudadanos de origen cubano habían podido simular una relación paterno-filial, haciéndose pasar por hijos de ciudadanos españoles de origen, para obtener la residencia por arraigo familiar, o la nacionalidad española. Tras analizar las solicitudes de residencia y nacionalidad de los investigados, averiguaron que los ciudadanos españoles de origen, cuya identidad estaría siendo usurpada a fin de simular la referida relación familiar, estarían ya fallecidos, dificultando a los organismos oficiales la comprobación de dicho parentesco.
Se constató así la existencia de una «organización criminal» que ofrecía a ciudadanos de origen cubano interesados en obtener la residencia o nacionalidad en España de manera fraudulenta a cambio de desembolsar entre 6.000 y 10.000 euros. En una segunda fase, se buscaba a ciudadanos españoles de origen, también muertos, a fin de solicitar sus partidas de nacimiento para introducirlas en las citadas solicitudes de residencia como progenitores de estos clientes, simulando así la relación paterno-filial. En tercer lugar, se procedía a falsificar las partidas de nacimiento de los interesados haciendo constar en ellas «un progenitor que realmente no lo es».