El reciente 6 de enero el ciudadano chileno, Cristian Mauricio Chandia, tuvo que ir de urgencias al PAC de S’Escorxador de Palma al encontrarse con indisposición estomacal, fiebre y vómitos. Sin embargo, el hombre encargado de admisiones se negó a autorizarle la atención médica. El motivo que aducía era que el paciente no tenía tarjeta sanitaria, y por consiguiente, estaba en la obligación de abonar 115 euros al momento, o en su defecto ser remitido a Son Espases donde iba a ser atendido, pero también con el agravante de que la factura de cobro le llegaría a su domicilio transcurridos quince días.
Al no disponer del dinero y al considerar que su situación no estaba siendo tenida en cuenta como urgencia ante la indisposición que presentaba, además de la distancia de S’Escorxador a Son Espases en autobús a la 1 de madrugada, Cristian y su familia se devolvieron al domicilio.
En medio de sus dolores físicos prefirió aguantar en casa mientras que su suegra, Deysi Beckam, ponía en conocimiento de las autoridades sanitarias el caso por medio de escritos y una queja formal que instauró en el propio centro de salud.
Lo más llamativo de este caso es que Cristian es casado con una ciudadana española y está a la espera de la cita para huellas en extranjería para el 23 marzo de este año. De la misma manera cuando acudió al PAC le explicó al funcionario de ventanilla que la cita para sacar la tarjeta sanitaria no se la entregaban hasta que tuviera el NIE físico, sin embargo, ya tenía asignado un número de Seguridad Social con lo que la gestión para atenderlo no debería tener trabas.
De nada valieron las explicaciones ni el aspecto de enfermo que presentaba, sin dar marcha atrás, el administrativo mantuvo firme su postura acerca de la obligación de pagar los 115 euros. No hubo poder humano que lo convenciera a pesar de su mala praxis posiblemente por desconocimiento o falta de información.
Ante la negativa del centro para que lo viera un médico y preocupada por la salud de su yerno, Deisy Beckam, se puso en contacto con este periódico para narrar lo sucedido. “Estuvimos en el PAC de S’Excorxador, ambos tienen documentos, la traba que le pusieron a mi yerno es que la tarjeta sanitaria no la tenía en su poder”.
Visiblemente molesta explicó que era imposible tener la tarjeta sanitaria debido a que se trataba de un reagrupado dependiente de esposa española. Explicó que la cita para la expedición de dicho documento estaba asignada para el 10 de enero. “Es absurdo que la administración te pida la tarjeta física si la propia administración sabe que este documento se lo darán hasta el 10 de enero” comentaba, para acto seguido cuestionar la actitud del funcionario del centro de salud: “¿Y mientras tanto qué?, que se muera a la espera a que le den un papel físico, me parece completamente absurdo”, afortunadamente, hoy 13 de enero día en que se escribe este artículo, Cristian ya ha salido de la convalecencia y se ha recuperado por sus propios medios. ¿Pero qué hubiese pasado si el tema se complica?
Para más inri, la esposa de Cristian, también denunció las deficiencias del PAC de S’Escorxador que se extendieron a sus dos pequeños hijos de 2 y 6 años. “Mi esposo y mis dos hijos dependen de mí, estoy trabajando y ellos tienen el derecho a ser atendidos”. Indignada reprocha las equivocaciones de este centro de salud de la zona donde toda su familia está empadronada.
“Nací en Chile pero tengo la nacionalidad española. Cuando regresamos a España en el PAC no les quisieron dar tarjeta, nos decían que como yo tenía la nacionalidad española y estaba trabajando debía poner los niños a mi cargo para que les dieran una tarjeta, pero los papeles de los niños estaban en trámite. Hasta el día de hoy no tienen la tarjeta porque no les asignan el NIE aún”, dice Kesly Daniela Toro.
Lo peor de todo, cuenta esta madre de familia, es que a su hija de año y medio le negaron en el mismo centro la aplicación de una vacuna. “Me dijeron que solo la podían atender de urgencias pero no tenían derecho a un pediatra ni a pedir una cita por no tener tarjeta con lo que me vi obligada a ir a una clínica privada a pagar la vacuna”.
La historia no termina ahí: hubo un día también en que a su otro hijo de seis años lo llevó de urgencias y le dijeron que tampoco lo podían atender por la falta de la tarjeta sanitaria. “Le expliqué la situación en la que me encontraba, no por mi culpa sino por las demoras de la administración para entregarme el NIE de mi hijo”.
Finalmente, añade que tras aguantar las malas maneras del administrativo de turno, tuvo la suerte de encontrar a una pediatra con gran sensibilidad. “La propia médico se mostró indignada por la negativa del centro de atender al menor por la falta de la tarjeta sanitaria. Ella misma le llamó la atención al personal del centro y les dijo que de ahora en adelante se iba a personar de los dos menores y que no los pensaba dejar sin atención”.
IB-SALUT reconoce fallo de exigencia de pago
Baleares Sin Fronteras puso en conocimiento del IB-SALUT las quejas de esta familia que les corresponde el PAC de S´Escorxador. Fuentes de la entidad sanitaria escucharon los audios del afectado, leyeron los mensajes justificando la documentación en trámite y analizaron la hoja de reclamación del paciente, en donde explicaba las causas para no tener la tarjeta sanitaria y el NIE en el momento de ser atendido.
Portavoces del organismo de salud del Govern balear reconocieron un problema del administrativo en el momento de explicarle al paciente el procedimiento a seguir. “A nadie se le puede cobrar en el momento, lo lógico es que se le advierta que existe un compromiso de pago, lo que no equivale a que deba desembolsar el dinero de inmediato”.
Las mismas voces autorizadas del IB-SALUT añaden que lo correcto hubiese sido que a esa persona se le atendiera una vez recabados los datos personales. “Si no aparece en el sistema se le incorpora y se le entrega un papel con el compromiso de pago, que puede perder efecto en el mismo momento en que el usuario justifique por qué no lleva la tarjeta sanitaria”.
Por consiguiente, prosiguen con la explicación, “en este caso se trató de un error del funcionario que atendió al señor en cuestión”.
Respecto al tema de los menores a los que se les negó la atención en un comienzo, subrayaron que cuando el padre o la madre trabajan, automáticamente convierte en beneficiarios a uno de los cónyuges que no trabajen y a los hijos a cargo, por ende, se trata de otro error que el PAC de S’Escorxador comete al no prestar la atención sanitaria a estos dos menores. En situaciones e inmigrantes sin papeles deben presentar el informe de un trabajador social en el que conste riesgo de vulnerabilidad social y un certificado de empadronamiento del ayuntamiento donde resida.