Por FFIB
La Federació de Futbol de les Illes Balears ha propuesto a la Direcció General d’Esports del Govern de les Illes Balears, la candidatura de Margarita Miranda, para que le sea concedido, a título póstumo, el mayor reconocimiento deportivo entregado por el Ejecutivo, como es el Cornelivs Atticvs.
La votación será el viernes 17 de febrero, entre otras candidaturas aprobadas por Esports. Margarita Miranda es una figura pionera en el fútbol balear, al haber sido capaz de alcanzar una gran relevancia en un deporte dominado por hombres en la década de los años 60 y 70.
La FFIB ha defendido su candidatura, avalada por la gran labor de recopilación histórica durante años del historiador Manel García, con el apoyo del también prestigioso investigador, Pere Fullana, a la hora de presentar la documentación que acredita la trayectoria de un personaje único en el fútbol de Palma, como fue Margarita Miranda.
¿Quién fue?
Margarita Miranda fue esposa del médico y cirujano Vicente García Peñaranda, quien fundara con su hermano Virgilio uno de los centros sanitarios más reputados de la capital mallorquina: la Clínica Hermanos Peñaranda.
Su acercamiento al club
En el entorno del Atlético Baleares los García Peñaranda eran personalidades conocidas y respetadas. En la masa social, había muchos clientes suyos, explica Manel García en sus escritos. Fue una mujer rodeada de hombres que, sin embargo, logró destacar entre todos ellos. Así, a mediados de 1970 Miranda logró su primer hito. Fue escogida presidenta de la Procampo, comunidad de propietarios que administraba el Estadi Balear, a través de las asambleas de accionistas celebradas anualmente, hasta su muerte. En cierta manera este cargo era un contrapeso a la presidencia del club, así que cuando los propietarios dieron su confianza a Margarita Miranda se trataba de un gesto mayúsculo. Se trataba de la única directiva en toda la historia de la comunidad hasta entonces.
Su talante, moderado y conciliador, logró congraciarse con todas las sensibilidades de un club tensionado por los malos resultados deportivos y una situación económica cada vez más precaria (después de estar en Segunda División, desde finales de los años 60 transitaba por Tercera División sin pena ni gloria). Sus aportaciones económicas fueron regulares cuando más escaseaban los recursos. En 1974 entró en la junta directiva del club como relaciones públicas, proyectando su visibilidad de puertas afuera y potenciando su liderazgo. Miranda permaneció en la junta hasta 1976, cuando la situación del club era insostenible institucionalmente y ella era uno de sus principales valedores económicos (por no decir el principal), defiende Manel García.
Situación límite
Desde 1974 la presidencia la ostentaba Jeroni Petro, pero se iban sucediendo los nombres y los rumores, hasta que en 1977 el nombre de Miranda empezó a sonar como presidenciable: algo inaudito entonces, pues el club era una entidad masculina a todos los niveles y la mujer solo participaba como mero comparsa o acompañante.
¿Presidenta?
Su figura se iba agigantando, y en mayo de 1978 la prensa local daba por hecha su candidatura a la presidencia del Atlético Baleares. Según los rotativos, ella gozaría del apoyo de varios miembros de la junta directiva vigente y se mostraba conforme con el reto; solo faltaba confirmar apoyos, especialmente en el plano económico. Por fin, Miranda hizo pública su candidatura y el camino a la presidencia parecía real, cayendo la barrera de género. El 23 de mayo de 1978 tendría lugar la asamblea de socios del club, momento en el que se presentarían las candidaturas para optar a la presidencia. Los contactos tuvieron lugar a contrarreloj, con la esperanza de encumbrar a la primera mujer como presidenta de un club de fútbol en España. Miranda no consiguió formar un equipo comprometido, acorde con sus exigencias y condiciones y solvente económicamente. Finalmente, renunció.
La fusión con el Mallorca
Sin embargo, siguió siendo un referente para el club blanquiazul. Continuaba como presidenta indiscutible de la Procampo y entre 1978 y 1979 fue protagonista de un hecho crucial: formó parte de la comisión que estudiaba la posible fusión entre Atlético Baleares y RCD Mallorca cuando ambos clubes, en medio de fuertes convulsiones institucionales que podía llevar a ambos a la desaparición, sopesaron dicha fórmula para sobrevivir. La comisión estaba formada por diez miembros, cinco representantes de ambos clubes: nueve hombres y una mujer, Margarita Miranda.
Muerte prematura
Sin embargo, el 8 de julio de 1979 fallecía Margarita Miranda víctima de una enfermedad fulminante, con 60 años. Por su protagonismo y estima había recibido dos homenajes en 1976 y 1978 en el Estadio Balear, coincidiendo con sendos derbis entre el Atlético Baleares y el RCD Mallorca, cuando ambos clubes jugaban en Tercera División. Recibió distinciones de su club, pero también del RCD Mallorca y de la FFIB. En agosto de 2022, el Atlético Baleares organizó el I Trofeu Margarita Miranda entre su equipo femenino y la selección balear femenina absoluta para rendirle tributo.
Rompiendo barreras
Miranda fue conocida y respetada en el mundo deportivo local, dentro y fuera del club blanquiazul, por encima de rivalidades. En un mundo totalmente masculino prosperó y con el tiempo su proyección se incrementó hasta llegar a postularse a la presidencia de un club íntegramente masculino. No lo logró; pero llegar a ese punto suponía romper barreras entonces insalvables para la mujer con empujón, carisma y decisión. De no haber desaparecido prematuramente es posible que hubiera continuado su recorrido como dirigente deportivo y que alcanzase cotas más altas.