Las obras de demolición de las construcciones de la parcela que acogerá el Edificio A del nuevo Son Dureta han empezado este sábado. Ha asistido la presidenta del Govern, Francina Armengol, acompañada de la consellera de Salud y Consumo, Patricia Gómez. Allí, Armengol ha explicado que «Son Dureta fue el hospital de referencia y toda la ciudadanía tiene recuerdos, también de la magnífica atención del personal que trabajaba en él».
Ahora, con el nuevo proyecto, Son Dureta será una pieza clave de la estrategia de atención a la cronicidad, puesto que, en palabras de la presidenta, «nos hemos adaptado a la realidad: tendremos una población más envejecida que necesita una atención diferente por parte del sistema de Salud». Francina Armengol ha recordado que el nuevo Son Dureta contará también con una residencia que ya se está construyendo y que tendrá 120 plazas y ha reivindicado que el Govern «cumple con la palabra dada. Empezamos en 2015 a trabajar para hacer de la salud y la atención a las personas nuestra prioridad y hemos puesto a los pacientes en el centro de nuestras políticas sanitarias».
El proyecto de ejecución del complejo sociosanitario Nou Son Dureta prevé la construcción de dos edificios (con tres módulos cada uno), que acogerán los hospitales de media estancia (Área A) y de larga estancia (Área B). La superficie total del complejo sociosanitario es de 82.822 m², de los cuales 67.362 m² se destinan a superficie hospitalaria y 15.460 m² a aparcamientos (con 542 plazas). Las zonas ajardinadas tendrán una superficie de 48.793 m². El presupuesto global del proyecto es de 178,4 millones de euros.
Las obras que empiezan hoy han sido adjudicadas a la UTE formada por Melchor Mascaró SAU y Excavaciones y Demoliciones Medina SL, por un importe de 3,5 millones de euros, y tienen una previsión de ejecución de catorce meses.
El objeto de las obras consiste en la demolición de las edificaciones indicadas más abajo de la zona llamada Edificio A. El contrato también incluye otros servicios como la descontaminación de materiales peligrosos, la desconexión de redes de servicios, la limpieza y acondicionamiento de la parcela, la cimentación, etc. Estas son las diferentes edificaciones que se tienen que demoler:
Pabellón A: zona oeste-sur (17.613 m², seis alturas)
Pabellón A: edificio semicircular más ampliaciones (19.731 m², nueve alturas)
Pabellón D: dirección de gerencia (3.303 m², dos alturas)
Pabellón F: talleres (572 m², dos alturas)
Pabellón G: calderas (470 m², una altura)
Pabellón H: lavandería (1.986 m², tres alturas)
Edificios de apoyo: radiología (820 m², una altura)
Edificios de apoyo: central eléctrica (203 m², una altura)
Edificios de apoyo: climatización (189 m², una altura)
Cafetería: 481 m², una altura
Demolición de la urbanización (12.563 m² + 3.954 m²)
Para llevar a cabo el proyecto de demolición se tienen que tener en cuenta diferentes factores como por ejemplo el estado de conservación de las construcciones, las ampliaciones o reformas, las diferentes alturas de los edificios, la presencia de materiales peligrosos, etc., para escoger el procedimiento y la aplicación de técnicas más avanzadas de demolición y descontaminación para la posterior gestión de residuos. La UTE responsable de la demolición es la misma que ganó el concurso de las obras de demolición del Edificio B, que se inició en abril de 2019 y finalizó en noviembre de 2020. Así, utilizará los mismos equipos y medios materiales y humanos que usó para la demolición del Edificio B (retroexcavadoras, robots de demolición, camiones, semirremolques, etc.).
Para reducir las molestias a los vecinos y a la circulación de vehículos, se colocará un cierre de dos metros de altura en todo el perímetro de la obra y se instalará un andamio para la separación de la obra y la zona de Andrea Doria (en la zona del pabellón D), a fin de mejorar la seguridad y disminuir la afectación de posibles ruidos y polvo a los vecinos y a los vehículos que circulen.
En el caso de los trabajos relacionados con materiales peligrosos (como por ejemplo el amianto), estos se adecuarán a la normativa existente en materia de salud y seguridad laboral. Desde el inicio de los trabajos previos, se dispondrá de un equipo de trabajo especializado y coordinado con empresas especializadas de descontaminación de todos los recursos peligrosos, igual que se hizo en la demolición del Edificio B. También se instalarán marquesinas destinadas a los residuos peligrosos para su correcta separación según su naturaleza.
El proyecto del nuevo Son Dureta es uno de los más ambiciosos de la Estrategia de Cronicidad de la comunidad autónoma, dado que supone recuperar un espacio emblemático de Palma, donde hasta el año 2010 se ubicaba el hospital de referencia de nuestra comunidad, y destinarlo a un uso sanitario y social. Además, pretende convertirse en un espacio de atención integral y de calidad para pacientes con enfermedades crónicas y para sus cuidadores.