Resulta deleznable conocer casos de inescrupulosos que se aprovechan de la necesidad ajena para sacar provecho económico ignorando que su vil proceder podría ocasionarle una dura sanción administrativa, equivalente a una multa de hasta diez mil euros.
Muchos de los casos denunciados a conocidos abogados con los que he tenido la oportunidad de conversar, se centran en personas que para regularizar su situación administrativa en extranjería, acceder a una tarjeta sanitaria, una tarjeta de autobús o cualquier otro servicio, sí o sí necesitan este documento, que no tiene ningún precio en el mercado.
Absolutamente nadie está facultado a cobrar a ningún inquilino un plus por empadronarse. Simplemente, es un documento informativo por el que nada se paga y en el que se identifica el domicilio del empadronado.
Toda persona que viva en España tiene obligación de empadronarse. Este registro, acredita el tiempo de permanencia en el país, independientemente de la nacionalidad o la situación legal. Por eso, es importante para los extranjeros. He extractado el ejemplo de un hecho ocurrido en el País Vasco que se está extrapolando a Baleares, a tenor de los testimonios de clientes de letrados y los propios afectados con los que he hablado, sin embargo, en la mayoría de casos el temor a la denuncia hace que este tipo de situaciones anómalas vayan tomando fuerza. Crónica Vasca publicaba como un vecino de Arrasate ha sido identificado y multado con más de 156.000 euros por empadronar de manera fraudulenta a 89 personas, la mayoría extranjeros, en su domicilio, ha informado el Ministerio de Interior.
La noticia agrega que el Cuerpo Nacional de Policía ha identificado a este hombre, un septuagenario vecino de Arrasate, y ha detenido a siete de las personas que se habían inscrito fraudulentamente en el padrón tras pagar al propietario de la vivienda.
El medio señala que los siete detenidos están acusados de los delitos de falsedad documental y contra la Hacienda Pública y la Seguridad Social. Uno de los arrestados había utilizado el certificado de empadronamiento para solicitar prestaciones económicas en Lanbide, método por el que logró percibir 29.459 euros.
El resto de los arrestados también intentaron obtener permisos de residencia en España o prestaciones sanitarias de carácter especial, pese a que algunos residían en Francia y otros en campamentos del Sáhara y se desplazaban a Euskadi cuando precisaban asistencia médica.
Por otra parte, personalmente en días pasados escuchaba un audio en el que una persona angustiada contaba su propia experiencia al ser citada por la Policía Nacional a declarar por tener empadronadas más personas de las permitidas en su domicilio.
Acto seguido, me permití hacer las respectivas comprobaciones, y efectivamente es cierto que desde las comisarías de Mallorca, Ibiza y Menorca se está mirando con lupa este asunto.
No es para menos recomendarle a usted que si está recién llegado a este país y le paga a alguien para que lo empadrone está siendo copartícipe de un fraude administrativo con todas las consecuencias que más adelante conlleve.
En esta edición hacemos una extensa entrevista a la Defensora de la Ciudadanía, Anna Moilanen, que aborda este espinoso asunto. De la misma manera, la letrada Beatriz Tobón, especializada en derecho de extranjería, nos comenta desde su experiencia los casos que se ha encontrado en su día a día de trabajo.
Es triste, además, que sean también algunos inmigrantes -no todos- los encargados de aprovecharse de la necesidad de sus compatriotas sacando un rédito económico del drama de la irregularidad. Algunos en definitiva sufren de amnesia y no recuerdan lo mal que lo pasaron cuando llegaron con las manos vacías. Sin entrar en generalizaciones pero a veces atinamos al pensar que no hay nada más nocivo en tierra extranjera que alguien del mismo país, ojo, reitero sin entrar en generalizaciones, en mi caso he encontrado compatriotas que a donde he ido me han apoyado en todo el sentido literal de la palabra.
