Por Amnistía Internacional
En América Latina y el Caribe había aproximadamente 201 millones de personas en situación de pobreza (el 32,1% de la población) en 2022. Esta cifra representa un retroceso de 25 años: hay 15 millones de personas más en situación de pobreza desde que comenzó la pandemia de COVID-19, y 12 millones de personas más en situación de pobreza extrema que en 2019.
La región de las Américas sigue siendo la que soporta el mayor número de muertes por COVID-19, con más de 2,9 millones de fallecimientos confirmados.
102 millones de casos confirmados de COVID-19 y había registrado 1.111.000 muertes a causa de la enfermedad, más que ningún otro país del planeta. Brasil era el segundo país del mundo con más víctimas mortales: más de 699.000 personas.
Perú había registrado 6.481 muertes por COVID-19 confirmadas por millón de habitantes, la tasa de mortalidad más alta del mundo hasta la fecha.
Las autoridades de El Salvador detuvieron a más de 65.000 personas desde que en marzo de 2022 se declarara un estado de excepción en el país. Con más del 2% de su población en prisión, presentaba la tasa de encarcelamiento más alta del mundo.
En diciembre del año pasado, las autoridades nicaragüenses habían cancelado la personería jurídica de al menos 3.144 organizaciones, y cerrado al menos 12 universidades. En febrero de 2023, el gobierno sometió a exilio forzado a más de 222 personas y despojó de su nacionalidad a más de 300; entre ellas figuraban personas destacadas del ámbito de la defensa de los derechos humanos, la literatura y el periodismo.
En Perú han muerto al menos 67 personas desde que en diciembre comenzaran las manifestaciones generalizadas en todo el país. Al menos 49 de esos fallecimientos se debieron a la represión estatal.
México vivió el año más mortífero de su historia para la prensa, con al menos 13 periodistas asesinados, según el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ). En 2022, sólo Ucrania superó esa cifra (15), mientras que Haití ocupó el siguiente lugar en la lista de países más peligrosos para ejercer el periodismo (7).
El año pasado, Islas Turcas y Caicos registró la tasa de asesinatos más elevada de América Latina y el Caribe (77,6 casos por cada 100.000 habitantes), seguido de Jamaica (52,9), Santa Lucía (42,3) y Venezuela (40,4).
En las Américas se denunciaron 273 de los 327 asesinatos de personas trans y de género diverso registrados en todo el mundo entre el 1 de octubre de 2021 y el 30 de septiembre de 2022. Brasil registró más homicidios (96) que ningún otro país del mundo, seguido de México (56), Estados Unidos (51) y Colombia (28).
México registró 3.754 homicidios de mujeres en 2022, de los que 947 fueron investigados como feminicidios.
El año pasado se superó la cifra de 100.000 personas desaparecidas confirmadas de manera oficial en México; a fecha de 13 de marzo de 2023, el número total ascendía a más de 112.000 personas.
En junio del año pasado, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló una antigua garantía constitucional de acceso al aborto, lo que puso en peligro otros derechos fundamentales, como el derecho a la vida, a la seguridad y a la no discriminación de millones de mujeres y niñas, entre otras personas. Al concluir 2022, varios estados de ese país habían aprobado legislación para prohibir o restringir el acceso al aborto.
Los tribunales federales de Estados Unidos confirmaron los Protocolos de Protección a Migrantes y el Título 42 del Código de Estados Unidos en 2022, lo que causó daños irreparables a decenas de miles de personas solicitantes de asilo que fueron expulsadas a México, donde su vida corría peligro.
Entre septiembre de 2021 y mayo de 2022, Estados Unidos expulsó a más de 25.000 personas haitianas sin el debido proceso, en contravención de la legislación nacional e internacional.
7,17 millones de personas venezolanas han abandonado su país, la mayoría desde 2015. De ellas, más de 6 millones viven en otros países de América Latina y el Caribe.
Según UNICEF, entre enero y octubre, 32.488 niños, niñas y adolescentes habían atravesado a pie el peligroso Tapón del Darién —entre Colombia y Panamá—, una cifra sin precedentes.
La deforestación en la Amazonía brasileña afectaba a más de 11.500 kilómetros cuadrados en los 11 primeros meses de 2022, la segunda cifra más alta desde 2006.