El reciente 9 de agosto el mundo recibía con estupor la noticia del asesinato del candidato a la presidencia de Ecuador, Fernando Villavicencio a la salida de un mitin en Quito. En extrañas circunstancias en las que quedó en evidencia los fallos en el esquema de seguridad de sus escoltas, el político fue impactado por varios disparos que le segaron la vida. Los sicarios huyeron del lugar y los hechos al cierre de esta edición eran investigados por las autoridades ecuatorianas.
Una semana antes de su fallecimiento, Villavicencio había denunciado una serie de amenazas en su contra y de su equipo de trabajo, por parte de bandas criminales ligadas al narcotráfico y a la corrupción.
En todas sus entrevistas, el candidato de la coalición Movimiento Concertación se había pronunciado en contra de la minería ilegal, las mafias vinculadas al narcotráfico y la corrupción en la que señalaba a un sector de la clase política ecuatoriana.
Una vez perpetrado el crimen, el Presidente de Ecuador, Guillermo Lasso suspendió todos los actos organizados por el Día de la Independencia de Ecuador, además de decretar tres días de luto nacional. No obstante, el mandatario confirmaba que las elecciones presidenciales previstas para el próximo 20 de agosto continuarían su curso normal.
Por su parte, la esposa de Villavicencio, Verónica Sarauz denunciaba que su esposo, periodista de profesión, era el único que se había enfrentado a las mafias políticas y a los narcotraficantes, incluso emplazaba a la población a rebelarse al sistema con una guerra civil ante la impunidad y el aumento de los índices de criminalidad y corrupción en las altas esferas políticas. Y es que precisamente, cabe destacar que Ecuador cerró 2022 con la mayor tasa de muertes violentas de su historia, al registrar 25,32 por cada 100.000 habitantes, la gran mayoría asociada, según el Gobierno, al crimen organizado y al narcotráfico, que ha ganado fuerza en la costa y ha convertido a los puertos en grandes trampolines para la cocaína que llega a Europa y Norteamérica.
Ante tal situación a la distancia, Baleares Sin Fronteras, recogió el testimonio de tres ecuatorianos residentes en Mallorca que mostraron su preocupación por lo que vive su país.
Mariela Jiménez Montiel, administración y dirección de empresas
“Es funesto celebrar este 10 de agosto, el grito de la independencia de nuestro querido Ecuador, al grito de un dolor nacional producido por el atroz acontecimiento del asesinato de uno de los candidatos a la presidencia.
Dolor, no sólo por el vacío que deja esa pérdida en la familia, amigos, compañeros y en la patria entera; sino, por la sombra de inseguridad que rodea al país.
Quizás ese grito se debería traducir en trabajar con determinación para que sea un grito de lo que anhelamos todos para nuestra patria, paz y seguridad.
Es difícil procesar esta noticia desde la distancia, y sólo me gustaría enviar un mensaje de esperanza y fortaleza para que en breve se vea la luz en esta ofuscación. Que el sosiego vuelva pronto a nuestra nación, y para ello se ha de seguir luchando con lo que nos caracteriza a los ecuatorianos, desde la unión. Sí, unidos como familia, como país, como sociedad, sin perder la fe”.
Bairo Fuentes, empresario de la restauración
“Primero quiero dar las gracias a Baleares Sin Fronteras por tenerme en cuenta, al despertar esta mañana -10 de agosto- en el grupo de WhatsApp de familia ponen un vídeo donde se narraba que Fernando Villavicencio candidato a la presidencia del Ecuador era asesinado. Esperaba que solo fuera un bulo o una noticia falsa, lo que había comentado a mi esposa una semana atrás sobre la posibilidad de que pudieran atentar contra la vida de unos de los candidatos a la presidencia por denunciar actos de corrupción, narcotráfico, organización delictiva y manifestar su deseo de luchar frontalmente en el caso de llegar a ganar las elecciones.
Y fue así, este candidato pagó con su vida la valentía y osadía de señalar con nombres y apellidos a los causantes del secuestro que vive mi querido Ecuador, que mantienen en zozobra y atemorizados, donde unos pocos mantienen secuestrados en sus propias viviendas a todo un país con el temor que en cualquier momento puedan ser víctimas de la delincuencia, porque al poner un pie fuera de tu casa te juegas la vida.
Qué rabia, impotencia, dolor, decepción ver cómo cada día la situación es peor, más cruel, más salvaje, más dura, sin visos de un mañana mejor.
La delincuencia, el narcotráfico, la corrupción en todos los niveles, llamase policía, jueces, fiscales, servidores públicos de elección popular o no, campan a sus anchas apoderándose de todo lo que encuentran a su paso o simplemente eliminan a quienes osan atreverse a levantar la voz o no se alinean a sus intereses son callados de la manera más violenta, ruin, cobarde, sangrienta y sin importar las vidas de inocentes que puedan arrebatar.
Hoy lamentamos y lloramos la vida arrebatada a Fernando Villavicencio, un periodista que denunció los casos de corrupción en el gobierno especialmente de Correa y luego como asambleísta y candidato a la presidencia fue frontal y valiente, quizás demasiado, en la lucha contra este tremendo monstruo de varias cabezas y muchos tentáculos que cada día se hace más grande, fuerte y poderoso, que corrompe todo a su paso a punta de amenazas, sobornos y asesinatos”.
Alberto Montiel, ingeniero comercial
“Con profunda tristeza y estupor recibimos esta terrible noticia que enluta al pueblo ecuatoriano. Un candidato a la presidencia del Ecuador y representante de un partido político con una serie de proyectos y planes para fortalecer el sistema de seguridad en nuestro país y potenciar el desarrollo productivo del mismo, fue vilmente asesinado, sentando un precedente nefasto y de total negligencia por parte de las autoridades respectivas que deben velar por la seguridad y bienestar de los ecuatorianos.
Lamentamos esta serie de hechos repudiables y desde aquí enviamos un mensaje de solidaridad y positivismo a todos nuestros compatriotas para que no desmayemos en la consecución del bienestar común y el destierro de los grupos delictivos y criminales que se están apoderando de una parte importante de nuestra sociedad.
Nuestros sentimientos de pesar a la familia del señor Fernando Villavicencio.
El Ecuador, es un país de gente de alma noble, que al final saldrá victorioso, pero eso depende del énfasis que se ponga en las verdaderas intenciones de formar parte absoluta de las soluciones y no de los problemas. Más fuerza, más valor y más amor por nuestra querida patria”.
