La pandemia de la COVID-19 ha evidenciado que el sistema sanitario actual está en crisis y precisa de cambios importantes para dar respuesta a los numerosos desafíos y a las necesidades cambiantes de la población.
Después de muchos años, la sanidad vuelve a ser una de las principales preocupaciones de los ciudadanos. Según el último Barómetro de julio 2023 del CIS, la sanidad es el segundo aspecto que más afecta personalmente a los españoles, solo por detrás de la crisis económica. La preocupación por la sanidad pública también la recoge el estudio internacional Whats Worries the World, elaborado en agosto de este año. Según este estudio, la segunda mayor preocupación de los españoles es la sanidad pública, un tema que ha subido posiciones a raíz de la pandemia causada por el coronavirus.
El envejecimiento de la población y la cronicidad, la accesibilidad y la equidad de la atención sanitaria, el déficit de profesionales sanitarios, la prevalencia y el aumento de enfermedades de salud mental, la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad, y la gestión responsable y eficiente, son algunos de los retos actuales del sistema sanitario.
Pacto por la salud
La situación actual requiere un pacto por la salud, impulsado por el Gobierno, consensuado con todos los grupos parlamentarios, profesionales, colegios profesionales, sindicados, sociedades científicas y asociaciones de pacientes.
El punto de partida es el compromiso de construir y desarrollar un sistema sanitario universal, de calidad, con el usuario como elemento central y los profesionales como valor fundamental de la organización, que permita dar respuesta a los retos de futuro. El Gobierno trabajará por una sanidad más accesible, más equitativa y más simétrica, en la que todos los ciudadanos, con independencia de dónde residan, puedan acceder a los mismos recursos.
El pacto tendrá los siguientes ejes fundamentales:
– El reconocimiento, la fidelización, la estabilización y la captación de los profesionales para hacer frente al déficit de profesionales sanitarios.
– La modernización y el fortalecimiento de la atención primaria y su capacidad de resolución asistencial y prevención.
– El abordaje de la cronicidad: atención centrada en la persona, y atención social y sanitaria integrada.
– La promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y el fomento de hábitos de vida saludables.
– La atención a las enfermedades de salud mental, potenciando la prevención y la atención comunitaria.
– El incremento de la actividad programada y reducción de los tiempos de espera para las consultas con el especialista y las intervenciones quirúrgicas.
Son muchos los retos que hay por delante. El documento que servirá de punto de partida se dará a conocer a finales de noviembre y a partir de entonces empezarán las reuniones de los grupos de trabajo.
Todas las partes involucradas tendrán que negociar y consensuar los términos del pacto, que podrían incluir objetivos a largo plazo, financiación, medidas concretas para mejorar la atención médica y todos aquellos que se propongan y acuerden.
Una vez se consiga un acuerdo, se documentará en un texto oficial que establezca los compromisos y responsabilidades de cada parte. Dicho documento se firmará en el primer semestre de 2024.
Se establecerán mecanismos de seguimiento y evaluación para garantizar que se cumplen los compromisos y realizar ajustes si fuera necesario.
Una vez logrado el documento definitivo, este será publicado en la web del Gobierno para que cualquier persona pueda acceder a él.
Se tratará de un documento vivo, abierto a nuevas ideas y a futuros compromisos y objetivos.