El Consell de Mallorca incrementará las medidas de control y vigilancia para luchar contra la proliferación de los vertidos ilegales de residuos de obra y para asegurar que todas las empresas del sector cumplen las regulaciones y normativas establecidas para la gestión de los desperdicios de construcción. La institución insular es la titular del servicio público de gestión de los residuos de construcción y demolición a través de la empresa concesionaria Mac Insular.
El impulso de la lucha contra los vertidos ilegales se hará en colaboración con otras instituciones como el Govern de les Illes Balears, los ayuntamientos de la isla y también con el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA). Precisamente, el Consell de Mallorca quiere felicitar la tarea del SEPRONA que hace unos días localizó e inspeccionó siete parcelas rústicas por vertidos de residuos de obra. Una de estas fue gracias al traslado de un expediente al SEPRONA por parte de la institución insular.
Ante estos hechos, el Consell de Mallorca es consciente de la gravedad del problema que, según ha constatado la Guardia Civil, va en aumento. En este sentido, el presidente de la institución insular, Llorenç Galmés, reitera que «estas prácticas incívicas no sólo distorsionan el mercado, sino que también representan una amenaza para el medio ambiente y la salud pública». Asimismo, Galmés afirma que «constituyen un caso de competencia desleal, porque inciden negativamente en la tarifa que pagan el resto de ciudadanos y empresas que sí cumplen la legalidad».
Por su parte, el vicepresidente segundo y consejero de Medio Ambiente, Medio Rural y Deportes, Pedro Bestard, ha asegurado que «seguiremos luchando, con todas las opciones a nuestro alcance, para evitar los vertidos ilegales. Nuestro compromiso con la defensa del medio ambiente y de la legalidad es incuestionable y no vamos a permitir que lo que hacen mal unos pocos inconscientes afecte al resto de mallorquines».