Por Amnistía Internacional
En algunos sectores de nuestra sociedad, el concepto MENA (Menores Extranjeros No Acompañados) ha adquirido una connotación negativa que deshumaniza a los menores, convirtiéndolos en un colectivo uniforme sobre el que se lanzan mensajes de odio basados en bulos y noticias falsas.
Los MENAS son niños, niñas y adolescentes menores de 18 años que llegan a España sin ayuda ni cuidado de un adulto. Este término, que surge del ámbito jurídico como una noción neutra, ha sido ampliamente utilizado en los medios de comunicación y el relato político.
Sin embargo, detrás de este acrónimo se esconde la realidad de miles de chicos y chicas que se ven forzados a abandonar sus hogares huyendo de situaciones de pobreza, conflictos armados y graves vulneraciones de los derechos humanos. A pesar de su corta edad, recorren las mismas rutas migratorias que las personas adultas y se enfrentan a múltiples violaciones de sus derechos en travesías que, en algunos casos, pueden durar meses e incluso años.
A pesar de las dificultades, no se rinden. A pesar de su juventud, son todo un ejemplo de resiliencia y valentía. Sus ganas de salir adelante y contribuir a la comunidad son admirables. Compartimos una serie de datos para desmentir algunos de los bulos fáciles y recurrentes sobre los menores no acompañados.
Primer bulo sobre los MENAS: No quieren trabajar
Falso. La edad media de emancipación en España es de 30 años pero, sin embargo, a estos adolescentes se les pide que sean personas completamente autónomas a una edad en la que la inmensa mayoría de jóvenes no lo son. La desprotección en la que se les sume, les deja en un gran riesgo de exclusión social. Al cumplir la mayoría de edad pasan de estar tutelados por el Estado a una emancipación forzada, sin medidas efectivas que garanticen su integración en el mundo laboral.
Sus ganas de trabajar comienzan en muchos casos desde su etapa como menores no acompañados tutelados por la Administración, y muchos demandan que se les otorgue un permiso de trabajo desde los 16 años. La Ley contempla que la tarjeta de residencia de los jóvenes incluya una autorización para trabajar por cuenta ajena, pero, en la práctica hasta 2020, ese permiso se ha estado concediendo de forma excepcional y solo si su centro o tutor lo demandaba ante la delegación de Gobierno. Según Migraciones, en 2018 tan solo 218 jóvenes entre 16 y 17 años obtuvieron una autorización de trabajo, y solo 54 extutelados de 18 años lo consiguieron en ese año. ¿Se puede lograr la integración social sin darles la oportunidad de seguir formándose o de encontrar un empleo?
Tras la reforma aprobada por el Real Decreto 903/2021, de 19 de octubre, que estableció que la concesión de la autorización de residencia, expedida a favor de los menores extranjeros, habilitará para el ejercicio de la actividad laboral por cuenta ajena en el momento en el que éstos alcancen 16 años de edad, sin necesidad de ningún otro trámite administrativo en materia de extranjería. A fecha 31 de diciembre de 2023, el porcentaje de menores sin permiso de trabajo ha descendido al 6%, mientras que el 94% restante tiene autorizaciones que les permiten trabajar. Gracias a esta medida impulsada desde organizaciones de la sociedad civil por los derechos de la infancia migrante, a 31 de diciembre de 2023, el Observatorio Permanente de Inmigración del Ministerio de Inclusión, reflejó que el porcentaje de menores y extutelados de 16 a 23 años en alta laboral alcanza el 60%.
Segundo bulo sobre los MENAS: Son una carga económica para el Estado
Rotundamente no. Según el Boletín de Datos Estadísticos de Medidas de Protección de la Infancia en España en 2021, había 56.902 menores sin cuidado parental, de los cuales 9.294, según los datos de la Fiscalía, eran dicho año Menores Extranjeros No Acompañados. A fecha de 31 de diciembre 2022 aumentó a 11.417, de ellos 9.514 niños y 1.903 niñas.
En julio de 2024 la Comunidad Autónoma de Canarias está tutelando 5.600 niños y niñas. El 10 de julio de 2024 se celebró una la Conferencia Sectorial en la que las Comunidades Autónomas acordaron el reparto voluntario de sólo 347 menores migrantes no acompañados desde Canarias y Ceuta.
Un acuerdo claramente insuficiente, no estableciendo las bases que permitan garantizar una adecuada acogida a todos los niños y niñas migrantes tutelados por cualquier administración sobre la base de la corresponsabilidad.
Recordamos que el Estado tiene la obligación legal de respetar, proteger y garantizar los derechos de todos los niños, niñas y adolescentes aplicando el principio de no discriminación.
Los niños y niñas migrantes no acompañados se encuentran en una situación de especial vulnerabilidad, no solo por su edad sino también por no tener referente alguno en España, por lo que les convierte en menores en situación de desamparo. Por esta razón, como destaca la Memoria de la Fiscalía de 2023, resulta esencial contar con recursos y programas específicos, dotados de mediadores culturales y educadores especializados, lo que es imprescindible para facilitar el éxito de la integración.
Tercer bulo sobre los MENAS: Más de la mitad no son menores
“No se trata de niños, sino de adultos que intentan aprovecharse del sistema de protección”.
Todo lo contrario. El Comité de Derechos del Niño de la ONU ha condenado a España hasta en 14 ocasiones por someter a los niños y niñas a pruebas de determinación de edad que no se ajustan al Convenio de los Derechos del Niño que el Estado español está obligado a cumplir. El Comité de Derechos del Niño ha instado a España a cambiar la forma en la que determina la edad y recuerda que la evaluación debe realizarse evitando todo riesgo de violaciones a su integridad y respetando su dignidad humana, atendiendo a sus intereses como menor y a consideraciones de género con criterios científicos, de seguridad e imparcialidad.
Cuarto bulo sobre los MENAS: Con ellos aumenta la delincuencia
Absolutamente falso. Las estadísticas oficiales muestran que no existe una relación directa entre el aumento de niños y adolescentes migrantes solos y el índice de delincuencia.
Donde sí existe una correlación es entre migrantes y dificultades de acceso a condiciones de vida dignas. Los últimos datos del INE de 2023 indican que el 29% de las personas migrantes procedentes de la Unión Europea y el 47% del resto del mundo vive en riesgo de pobreza o exclusión social frente al 16,2% de nacionalidad española. Este gran riesgo de exclusión está especialmente presente en los menores no acompañados y de origen extranjero cuando pasan a la vida adulta, salen del sistema de acogida y protección de menores y se enfrentan a un futuro sin redes de apoyo.
Donde sí existe una correlación es entre migrantes y dificultades de acceso a condiciones de vida dignas. Los últimos datos del INE de 2023 indican que el 29% de las personas migrantes procedentes de la Unión Europea y el 47% del resto del mundo vive en riesgo de pobreza o exclusión social frente al 16,2% de nacionalidad española. Este gran riesgo de exclusión está especialmente presente en los menores no acompañados y de origen extranjero cuando pasan a la vida adulta, salen del sistema de acogida y protección de menores y se enfrentan a un futuro sin redes de apoyo.