Uno de nuestros mayores objetivos, como todo club que pretenda crecer es potenciar el Cuando se trata de hacer críticas constructivas a los consulados o a sus representantes desde este espacio no nos hemos inhibido, pero también el periodismo consiste en difundir las iniciativas en positivo que se ponen en marcha desde nuestras representaciones consulares. He de confesar que me tiene gratamente sorprendido los proyectos sociales que se vienen adelantando desde tres de ellos que tienen sede oficial en Palma.
Por ejemplo, en estos momentos el consulado de Colombia está llevando a cabo una programación hasta noviembre para sus conciudadanos que apuntan a temas de salud, cultura emprendimiento, extranjería, valores y hoja de ruta.
Estuvimos en el cubrimiento de unas jornadas en el Centro Flassaders dedicadas a la salud en donde nos encontramos profesionales de diferentes ámbitos, que incluso, ostentan cargos de responsabilidad en reconocidas clínicas de Mallorca.
Inmigrantes colombianos que, a pesar de haber estudiado medicina, odontología o psicología no tuvieron ningún temor de homologar su título- nada fácil- para llegar a trabajar en sus respectivas profesiones, sin antes haber tenido que trabajar en oficios varios como suele ocurrir en la mayoría de los casos.
Un orgullo contar con estos profesionales de la salud que trabajan en los hospitales o centros médicos salvando vidas. Y eso es lo que realmente deben dar a conocer quienes se encargan de cumplir una misión consular en otro país. Aunque las competencias les asignen únicamente la firma de documentos y la representación diplomática desde las diferentes perspectivas, siempre he sido un fiel convencido que el trabajo en una oficina consular no debe ceñirse única y exclusivamente a la gestión de trámites burocráticos.
Con el transcurrir del tiempo y ante el reto que nos exigen las migraciones masivas sumado al avance desproporcionado de la tecnología y las redes sociales, es ineludible el compromiso que los gobiernos- sean del color que sean- deben adquirir con los ciudadanos que están afuera de sus respectivos países, la inmensa mayoría no apáticos ante la difícil situación aportando a la distancia progreso y bienestar a la economía de sus familias a través de los giros y remesas.
Por otra parte, desde los consulados se debe exaltar ante la sociedad de acogida la figura del connacional que destaca en alguna profesión u oficio, o aquel que ha consolidado un emprendimiento digno de mostrar.
No es para menos que los consulados permanezcan atentos a la realidad de una problemática que sucede en el país de acogida, tal y como es el caso de los trámites administrativos en extranjería que cada vez se complican más impidiendo la regularización de centenares de inmigrantes.
Es plausible la iniciativa de consulados como el de Colombia con la puesta en marcha del servicio gratuito de asesoría jurídica para quienes estén optando a cualquier trámite de extranjería. En esa línea, la oficina consular de Ecuador no se queda atrás anunciando a través de sus redes sociales charlas de orientación jurídicas y convenios establecidos con áreas municipales como PalmaActiva, que fomenta el emprendimiento y la inclusión laboral a través de los cursos de formación.
Y por último mencionar el gran trabajo que se realiza desde el Consulado del Reino de Marruecos con las actividades culturales y gastronómicas en donde se muestra la faceta que poco se enseña en los medios habituales.
Quedaron obsoletas las épocas en que los representantes consulares llegaban a una misión diplomática solo a firmar papeles y a hacer relaciones públicas con las autoridades locales y sus homólogos de los otros países. La tendencia- hoy por hoy- es promover políticas de integración social dentro de la comunidad receptora y la promoción en positivo de toda esa masa social que representan en el exterior.