Al escuchar las declaraciones sobre el resurgir del tejido asociativo palmesano en boca de María Luisa Marqués, regidora de Interculturalidad y Personas Mayores del Ayuntamiento de Palma, reafirmo que en la vida no se requiere ser un erudito en determinado tema para alcanzar los objetivos cuando se proponen desde la práctica y no desde el verso, hablando bonito o con postureos falsos en redes sociales, que solo quedan en una retórica demagógica.
Y es que en la política no solo cuenta el protocolo del cargo para el que se ha sido asignado, sino también, la exigencia máxima es plasmar en la realidad las ideas que se plantean en campaña electoral, y que infortunadamente, en la mayoría de veces quedan en el baúl del olvido una vez el político se acomoda en el cargo.
Es frecuente que desde los medios de comunicación se les dé palo a los políticos – no he sido la excepción cuando la situación lo ha ameritado – pero sí que es cierto que posiblemente por temor a ser mal vistos por la opinión pública, o tal vez, se piense que se esté haciendo la pelota o se rinde tributo a la adulación, poco hablamos de los aciertos y del buen quehacer de alguien que llega a un puesto de responsabilidad política y lo hace acertadamente desde su función.
En estas mismas líneas he nombrado a políticos en el tema que nos atañe – inmigración – que realmente han pasado desapercibidos, más con pena que con gloria, y dejando una imagen lamentable en los cargos donde han sido designados.
Personas que en diferentes legislaturas, que desde el mismo momento de recibir el nombramiento no hicieron nada en políticas reales de integración, poco o nada sabían de co-desarrollo o de poner en marcha iniciativas sociales que dejaran huella, además, ante su desidia nunca se preocuparon por conocer la situación migratoria de su localidad o región, como ocurre en algunos lugares de nuestras Islas en donde conviven más de 180 nacionalidades.
Y es que, como siempre lo he comentado, los extremos son malos consejeros, ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre, en otras palabras, sin mensajes xenófobos peligrosos, pero también sin la necesidad de lanzar discursos proteccionistas en los que se da la sensación que la inmigración es sinónimo únicamente de vulnerabilidad cuando la realidad es muy diferente de lo que se vende a la opinión pública, basta con darse una vuelta por la Cámara de Comercio de Mallorca o Ibiza y Formentera, o la misma PalmaActiva para mirar el potencial generador de los negocios regentados por esa multiculturalidad a la que algunos – no todos – menosprecian.
Por esa misma razón es necesario nunca perder de vista la verdadera esencia del tejido asociativo inmigrante, que puede apoyar no solamente a sus compatriotas en situaciones complejas de adaptación y arraigo social y administrativo, sino que también se convierten en un factor de apoyo para los llegados de otras latitudes geográficas, que demandan asesoría burocrática en tema de papeles.
Hace tres meses, en estas mismas líneas decía que las asociaciones de inmigrantes estaban al borde de la extinción, sin embargo, ante el incremento poblacional de colectivos, especialmente en la Capital Balear, se hace necesario el resurgimiento de estas entidades, que con el apoyo municipal hagan parte de esa cohesión evolutiva a todo nivel.
Un punto a favor por las políticas del Alcalde, Jaime Martínez, y los aciertos en temas migratorios de atención a los colectivos de afuera, no se le puede dar la espalda a una realidad latente, y por ello es importante estar rodeado de gente cualificada. En un primer momento de la legislatura con Francisca Sampol y desde hace más de seis meses en el área de interculturalidad y personas mayores en donde también cabe la inmigración, cuya responsable es María Luisa Marqués, que desde el primer momento se ha interesado por el resurgir del asociacionismo y sus diferentes actividades, y de la misma manera se ha preocupado por interactuar con los consulados de los diferentes países para conocer al detalle la situación de cada comunidad.
No solamente lo dice quien escribe estas líneas de opinión, antes de redactar este artículo, me di a la tarea de hacer un repaso con diversas asociaciones que coinciden con este punto de vista. Por cierto, otra de las asignaturas apunta a la labor que se realiza desde la dirección de inmigración y cooperación del Govern en materia de políticas locales migratorias de Baleares. Por ahora, la enhorabuena a la regiduría de Interculturalidad y Personas Mayores de Palma.
