La patronal aboga por un modelo que compatibilice la existencia de las grandes y pequeñas empresas del sector de reparación
La Asociación para el Desarrollo de la Náutica de Empresas y Autónomos (ADNEA), integrada en la patronal de la pequeña y mediana empresa de Baleares (PIMEM), ha solicitado a la Autoridad Portuaria de Baleares que licite un concurso público para la instalación de un sistema de varada (syncrolift) de embarcaciones de entre 3.000 y 3.500 toneladas en el Moll Vell del puerto de Palma, a fin de “seguir potenciando el tejido náutico industrial de Mallorca”.
ADNEA afirma que su propuesta permitiría dar servicio de reparación y mantenimiento a yates de hasta 90 metros de eslora, un mercado al que Mallorca no puede acceder con sus medios actuales de izada mediante grúas de un máximo de 1.000 toneladas, con posibilidad de que se amplíe a 1.500 en un futuro inmediato.
“De esta forma veríamos aumentada la oferta de las empresas de Baleares a esloras que actualmente están fuera de nuestro alcance y se contribuiría al desarrollo de la economía de la Isla. No sólo de las empresas que trabajamos en el puerto, sino de la oferta complementaria. Estos yates generan mayor beneficio que otros de menor eslora”, apunta Álex Casares, responsable de la firma Grupo Barco, dedicada a la reparación de embarcaciones, y presidente de ADNEA.
La proposición de convocar un concurso se hizo llegar a la APB durante una reunión que Casares y Gustavo de Vicente, gerente de PIMEM, mantuvieron recientemente con el nuevo director de la Autoridad Portuaria de Baleares, Jorge Nasarre. En este encuentro ADNEA mostró su disposición a colaborar en la medida de sus posibilidades para impulsar la industria del refit, en los puertos de Baleares, donde están censadas unas 600 empresas y autónomos.
Casares no cree que Palma deba competir por el mercado de yates de más de 100 metros, pues, a su juicio, se trata de una flota a la que se ofrece servicio en otros destinos “muy maduros”, donde también se reparan grandes buques comerciales. “No creo que sea el mercado que deba buscar Baleares, unas islas con el suelo limitado”, recalca el presidente de ADNEA.
En cuanto a la gestión del syncrolift, el presidente de ADNEA aboga por un modelo mixto, en el que una parte de los slots de tierra sean gestionados de manera centralizada -con un concesionario que dirige el proyecto y elige y autoriza a sus proveedores- y el resto sean públicos, al objeto de que las empresas de mantenimiento puedan acceder y ofrecer libremente sus servicios.
“Todo esto debería compatibilizarse con una estricta gestión ambiental. Hay que disminuir el impacto tanto acústico y visual, y apostar por una formación profesional que permita que los jóvenes de nuestras islas puedan labrarse un futuro profesional, siempre con respeto al medio marino, que al fin y al cabo es el de los yates que reparamos y ponemos a punto”, añade Casares.
La zona propuesta por PIMEM para el syncrolift se encuentra situada en el extremo del Moll Vell de Palma y actualmente está prácticamente en desuso. Las empresas locales Servicios Técnicos Portuarios (STP) y Astilleros de Mallorca han presentado sendos proyectos ante la APB, que no ha resuelto si acepta uno de ellos o, por el contrario, convoca un concurso abierto a otras opciones. PIMEM reconoce que ambas empresas, poseedoras de las dos mayores concesiones de espacio para reparación de Baleares, “han sido claves en el desarrollo de la náutica de recreo en Baleares”.
“STP ha propiciado el mayor crecimiento del tejido industrial en la náutica desde su puesta en funcionamiento en 2007 y Astilleros de Mallorca es una empresa histórica que fue pionera tras su conversión de constructora de buques y yates en una de las grandes firmas de refit nacionales”, reconoce Casares, quien considera la propuesta de ADNEA como “una fórmula de consenso que beneficiaría a todas las empresas, grandes, medianas y pequeñas, y ayudaría a potenciar la náutica como un sector estratégico en Baleares”.